El temporal que azotó Cataluña se desplaza al interior de la Península

El temporal de nieve que sorprendió el viernes a buena parte de Cataluña y el norte de la Península comenzó ayer a desplazarse hacia la. meseta. Las nieves que cayeron por encima de los 800 metros en Cataluña cedieron el paso a lluvias intensas, por lo que durante toda la jornada de ayer se mantuvo la alerta L en toda esta comunidad y en Baleares. A última hora de ayer era necesario el uso de cadenas en siete puertos de montaña de la red nacional de carreteras, así como en numerosos puntos de la red secundaria en Lleida, Asturias, León, Granada y Jaén.

Los puertos en los que se precisaban cadenas estaban situados en las provincias de Avila, La Rioja LLeida, Teruel, Castellón, Cantabria, Granada y Jaén. En la Comunidad de Madrid era necesario el uso de cadenas en el Puerto de Cotos. Fuentes de la Dirección General de Tráfico informaron. de que el temporal que azotó Cataluña el jueves y el viernes se desplazaba hacia el interior. Las cuatro provincias catalanas permanecieron ayer en alerta L por el riesgo de lluvias de intensidad. Las nevadas caídas el pasado viernes en un temporal que azotó la mitad de Cataluña no se repitieron' ayer, salvo en algunas zonas del sur de Lleida colindantes a la provincia de Tarragona. Fuentes del Centro Geológico de la Generalitat advirtieron del riesgo de aludes de nieve durante este fin de semana en el Vall d'Aran.

En el Pirineo, nevó en cotas superiores a los 800 metros y en el resto de Cataluña por encima de los 1.000 metros. A las precipitaciones de nieve que cubrieron el viernes buena parte de las comarcas de montaña de Cataluña, les sucedió ayer la lluvia. También Baleares permaneció ayer en alerta L. Protección Civil advirtió que la mayor intensidad de las lluvias podría obligar hoy a pasar a situación de alerta G.

Ayer fueron localizados dos militares norteamericanos, un hombre y una mujer, que permanecían perdidos en Sierra Nevada (Granada) desde el pasado fin de semana. La pareja ha sido avistada en su coche cerca de la Laguna de la Caldera. La ventisca, que azotaba la zona dificultaba las tareas de rescate.