El libro en blanco de la Complutense

La Universidad Complutense ya tiene Libro Blanco, un ambicioso plan que comenzó a elaborarse en 1992 para intentar mejorar en todos sus aspectos y dejar de ser uno de los campus, con 135.000 alumnos, más masificados de Europa. Esto, en la teoría, porque la práctica es bien distinta: el Libro Blanco, aprobado la semana pasada por el 62% de los 600 claustrales, tiene 62 páginas, seis capítulos, mucha letra y poco contenido en cuanto a proyectos y líneas de actuación. Hasta aquí está de acuerdo el rector, Rafael Puyol: "Se trata de un conjunto de objetivos estratégicos, pero estoy de acuerdo en que si este libro no lo desarrollamos no servirá de nada. En muchos capítulos hay lagunas importantes. Por eso vamos a crear una comisión para que desarrolle y llene de contenido el libro".Con el texto a la vista, varios alumnos de la facultades de Derecho y de Ciencias de la Información de la Complutense opinaron sobre el capítulo dedicado a los estudiantes. Las respuestas fueron unánimes: ''Nos toman el pelo", "¿Éste es el famoso Libro BlancoT', "No dicen cómo se va a solucionar la masificación, tampoco dicen nada de la mejora del transporte, ni de la creación de nuevas instalaciones deportivas. Nada, es siempre la misma palabrería".

Uno de los puntos más interesantes, que levantó hace unos meses una gran polémica y que pretendía dividir la Complutense en cinco campus para evitar la masificación, ha sido eliminado del proyecto. Rafael Puyol justifica este cambio de planes: "Se ha suprimido porque era un tema que generó muchas discusiones. Se ha sustituido por otra medida, porque una de mis preocupaciones es la desconcentración de la gestión universitaria. Quiero diseñar un modelo de organización que permita una mayor agilidad, pero todavía hay que desarrollarlo".

El rector define el Libro Blanco como un catálogo de buenas disposiciones. "Muchos se quejan, pero es mejor tener este proyecto que no tener ninguno".