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El retó de Taymí Chappé

La mejor esgrimista española se juega en los Europeos paliar la pérdida de su beca

Mañana es su nueva gran cita. Tres meses y medio después de su fracaso en los Juegos Olímpicos de Atlanta, Taymí Chappé tiene otro reto: los Campeonatos de Europa. Será en la ciudad francesa de Limoges, la patria chica del legendario segundo del ciclismo, Raymond Poulidor. La mejor esgrimista española no sólo vuelve a la gran competición de espada a jugarse su prestigio, sino también su dinero. "Ahora mismo no tengo beca ADO para la próxima temporada", dice, "y es posible, aunque tampoco seguro, que la pueda mantener si gano una medalla". Podría, pero reducida a la mitad, como máximo. Sus ingresos anuales, que rondan los seis millones de pesetas, pueden quedar en la mitad. Tendría que conformarse con los incentivos que le paga la Federación Española y lo que gana dando clases en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid.El sistema de patrocinio de empresas que se inauguró para promover el deporte español de élite con motivo de los Juegos Olímpicos de Barcelona -ADO, Asociación de Deportes Olímpicos-, se mide por criterios prefijados y sin compasión. La concesión de becas se hace según los resultados conseguidos en las pruebas más importantes de la temporada. Taymí tenía la de segunda categoría, A-2, que suponen 3 millones de pesetas anuales, y para su renovación era fundamental conseguir un diploma olímpico en Atlanta -estar entre las ocho mejores- Pero acabó muy lejos. Tras quedar exenta de la primera ronda, falló y fue eliminada en la segunda.

La tiradora cubana, nacionalizada española, volvió a sufrir los efectos de su propio carácter. Fue el lado malo del mismo torbellino genial que ganó en 1990 el Campeonato Mundial individual cuando aún estaba en su país de origen, y después la Copa del Mundo de 1995, ya para España, tras llevarla un año antes a lograr su primer gran título por equipos. Aun con su irregularidad, Taymí sigue siendo la apuesta más firme de medalla con que cuenta la esgrima española, a la que ha dado un protagonismo que jamás había tenido pese a algunos éxitos anteriores., Por ello, las presiones internas y externas también la han afectado. Pero por muy dura que haya sido o sea su situación siempre repite que no. se rendirá.

Hasta fin de año se le mantendrá la beca A-2, porque era una de las pocas deportistas con esa condición, pero el año próximo ya no será deportista del programa ADO. Sólo podría ser repescada en la categoría B, cuya ayuda máxima es de 1.500.000 pesetas, si la federación, que este año le paga aparte 2.500.000 por su nivel en la lista mundial, propone una solución.

No quiere hablar de revancha porque a su nivel tiene claro el valor de las grandes competiciones. "El Campeonato de Europa es importante, pero no es una Copa del Mundo o un Campeonato del Mundo", dice en un hueco entre sus últimas horas de preparación. "Lo tomo como el inicio de temporada y que tengo la posibilidad de hacer un buen resultado, aunque también puedo hacerlo muy mal. Pero soy consciente de que me estoy jugando mi comida y de que tengo que luchar hasta el final en los tiempos buenos y en los malos". Se ha recuperado de una pequeña lesión en el muslo izquierdo que se produjo a finales de septiembre durante la preparación física de pretemporada. Confiesa que el entrenamiento técnicotáctico ha sido más flojo, pero es lo normal al ser el comienzo de la temporada. Los problemas morales, con envidias de sus propios colegas, han sido lo más complicado. Pero a sus 28 años tiene claro que le queda mucho por dar aún en la esgrima. Tras los Europeos tirará en siete pruebas de la Copa del Mundo y en julio irá aun nuevo Mundial. Con el mismo empuje que la ha permitido entrar en la élite, no duda en decir: "Me encuentro físicamente muy bien y quiero llegar a Sydney 2000 y ...a Sevilla".

Con Tayumí competirán en Limoges, Rosa Castillejo y Carmen Ruiz. Y en florete hombres el subcampeón del mundo José Francisco Guerra, Javier García Delgado y Andrés Crespo.

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