La Real Sociedad gano con un gol imprevisible

La Real Sociedad le ha tomado gusto a la espesura de tal forma que sus argumentos se reducen a la dependencia de De Pedro y a abastecer a Craioveanu para encontrar la salida del túnel. Lo mismo da que enfrente se halle el Deportivo o como ayer el Hércules, un equipo que ejerce de superviviente en un mundo futbolístico que no está hecho a su medida. La Real Sociedad insiste en un fútbol sin cabeza, sobre todo cuando De Pedro circula con guardaespaldas por el césped. Moj le persiguió como único objetivo y en esa disputa se le fue a la Real Sociedad media vida, incapaz de buscar otros atajos.Por todo ello nadie fue capaz de gestionar su ventaja. La Real malgastó su gol en una tontería defensiva. El Hércules malgastó su empate con un repliegue insensato y ni siquiera aprovechó la inferioridad numérica donostiarra compensada inmediatamente por Paulicic en una acción absurda.

Ante tanta gentileza, ldiákez marcó un gol imprevisible: un libre directo desde el lateral izquierdo que Mari se tragó con todo su equipo en el área.

El partido lo decidió el tiempo. En virtud del reloj se inclinaba de un lado u otro. Es la suerte de los encuentros jugados sin ideas, sin argumentos, convertidos en un juguete del azar aunque a priori se discuten entre equipos desiguales.