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Excesos y sutilezas en el 'Planeta Shakespeare' de Pluja Teatre

El grupo valenciano Pluja Teatre ya estuvo el año pasado en Madrid con El amigo invisible y ahora trae su Planeta Shakespeare. De ambas obras se deduce la apuesta de los valencianos por compatibilizar nuevas creaciones para niños con la referencia a grandes obras de la literatura mundial, pero si en aquella se inspiraron en un texto, El principito, de Saint-Exupéry, en ésta han bebido de la obra completa de un autor, Shakespeare.El argumento parte de una visión futurista de la Tierra, al modo de Aldous Huxley en Un mundo feliz, o George Orwe]] en 1984, cuyo gobierno lo ejerce un Estado totalitario y. tecnificado que ordena quemar libros y destruir cualquier fuente de saber.

Un científico hace reales a los personajes de un libro, únicos supervivientes de la quema, que se refugian en otro planeta bautizado Shakespeare, por ser el escritor inglés el primero en pisarlo. Con él viajan sus famosos personajes Julieta, Romeo, Ofelia, Hamlet... y el verdadéro protagonista de la función, Falstaff.

De cada uno de ellos (de los creados por Shakespeare) se han escogido aquellos aspectos que, a pesar de la distancia en el tiempo, siguen vigentes.

Las referencias son en unos casos sutiles (el amor imposible de Romeo y Julieta es revivido, con mejor fortuna, en el de Arnika y Kalium) y en otros, muy explícitas (la repetición literal de algunos párrafos shakesperianos, algunos tan famosos como el dilema hamletiano).

A Falstaff se le ha otorgado un talante irónico y distante que le permite ejecutar su misión: rescatar a una Julieta despistada.

Malentendidos y picardías

A los niños les hace gracia el anacronismo de un personaje de siglos atrás en medio de otros de siglos futuros. Anacronismo que no sólo se evidencia en su aspecto físico (la vestimenta o la misma barba), sino también en el modo de moverse, de expresarse metiéndose en profundidades filosóficas, en la propia concepción de la vida.

Y, sobre todo, se divierten con sus malentendidos (oyen culo por cubículo) y sus numerosas picardías (ante un robot reproductivo, comenta que le gustaba más el sistema antiguo: "El viejo Falstaff siempre preferirá Las alegres casadas de Windsor ").

El resultado, sin embargo, se empaña por exceso. Excesivo es llenar el patio de butacas de humo, con un único fin efectista, que provoca además el revuelo de los chicos y excesivos son los vericuetos en el desarrollo de la trama, que no sólo complican inútilmente el argumento, sino que hacen menos visibles las sutilezas que encierra.

Planeta Shakespeare. Teatro. San Pol. Plaza de San Pol de Mar, sin número. Hoy, último día, a las 18.00. Precio: 800 pesetas. Reservas en los teléfonos: 54190 89 y 547 94 22. Teleentradas de Caja de Cataluña: 538 33 33.

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