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El primer debate político de Nueva Izquierda se centra en la oportunidad de abandonar IU

Javier Casqueiro

Los dirigentes de Nueva Izquierda defienden su creación como única vía para alcanzar "la convergencia de la izquierda". Un objetivo en el que quieren embarcar a Izquierda Unida y al PSOE, con el respaldo de los sindicatos. Sin embargo, ayer, en el primer gran debate del congreso constituyente, las dos enmiendas más discutidas fueron una para abandonar IU y otra para evitar que esa "convergencia" acabe provocando la presentación de listas comunes entre esos partidos. La presidenta de la nueva formación, Cristina Almeida, logró que el consejo político esté formado por hombres y mujeres al 50%.

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El congreso aprobó ayer la confección de su consejo político (60 personas) y de su comité ejecutivo (26) por el sistema del reparto paritario al 50% entre hombres y mujeres. La primera intención de los organizadores era que esa relación fuese del 60%-40% a favor de los hombres. Almeida quería la igualdad numérica total y la logró por 194 votos a favor, 43 en contra y 45 abstenciones, si bien la nueva distribución obligó a ampliar la candidatura inicial de 50 a 60 nombres.La mayoría de los 630 delegados del Partido Democrático de la Nueva Izquierda (PDNI) emplearon su jornada de ayer en desmarcarse tanto de IU como del PSOE. Una serie de enmiendas minoritarias al informe político presentado el día anterior por Diego López Garrido, su nuevo secretario general, condujeron el debate no precisamente hacia "la convergencia y la renovación de la izquierda".

Representantes de Cádiz reclamaron la posibilidad de reflexionar en voz alta sobre el abandono de IU, de donde han surgido el 70% de sus 10.000 seguidores y todos sus cargos públicos. De hecho, tres de los máximos dirigentes de IU en tres comunidades autónomas -Comunidad Valenciana, Cantabria y Castilla-La Mancha- están en el nuevo partido. Los delegados gaditanos expusieron los principios que les distancian de IU: su vocación europeísta, la aceptación del consenso constitucional hacia la monarquía, su acuerdo con el pacto de pensiones, y su proclamación de la independencia sindical. También les molesta el radicalismo antisistema de IU, al que ven como una imposición del PCE.

Nadie les contradijo, pero la enmienda fue rechazada en una comisión específica y no llegó al pleno general. Obtuvo nueve votos de los 131 posibles (6,71%) y necesitaba el 25% para considerarse. El futuro coordinador del PDNI, Juan Berga, la despachó por "inoportuna". López Garrido replicó que si su filosofía básica es "sumar fuerzas" y "abrir vías" de diálogo, no tendría sentido romper con uno de sus interlocutores.

El diputado por Alicante, Manuel Alcaraz, expresó su temor de que el objetivo de "las plataformas conjuntas" se malinterprete como una alianza entre PSOE e IU para presentar listas electorales comunes. Quince delegados apoyaron su propuesta (11,1%).

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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