El Atletico ofrece la plaza al Borussia

En son de paz. Así llegó ayer el Atlético a Dortinund, donde esta noche (20.30, TVE-1) disputará ante el Borussia la cuarta jornada de la Liga de Campeones. El choque es decisivo para dilucidar el primer puesto del grupo B (todo lo que no sea un triunfo colchonero se lo entregaría a los alemanes) pero la cuestión no parece afectar a los rojiblancos, que no miran hacia arriba sino hacia abajo. Dado cómo les ha ido en las últimas semanas se conforman con no perder esta noche y dejar así intactas sus opciones de pasar a cuartos de final. "Tal y como están las cosas", reconoció ayer Radomir Antic nada más aterrizar en suelo alemán, "un empate es un buen resultado para nosotros". En definitiva, que el Borussia sigue arriba pero que el Steaua (está a tres puntos) no se acerque.El Borussia, a diferencia de lo que sucedió hace 15 días, parte esta vez como favorito. Llega como líder de grupo, (suma nueve puntos, tres más que el Atlético), se sabe ya en la siguiente fase, juega en casa y recupera a Andreas Moeller, un centrocampista de muchos, quilates que, como dice Antic, "distribuye bien, posee un potente disparo y aumenta la tensión de los partidos por su pericia para forzar faltas".

El aparente papel de víctima con el que se asoma el Atlético es precisamente el punto sobre el que se apoyan algunos jugadores para pensar con optimismo. Es el caso de Kiko: "En el Calderón, cuando nos visitó el Borussia, parecía que nos íbamos a comer el mundo. Y luego, a base de oficio, nos la metieron bien metida. Habrá que devolverles la moneda".

Para esta noche, el Atlético esconde una esperanza (que el Borussia, al jugar en casa, habilite mas espacios en su defensa) y una preocupación (cómo conseguir que sus futbolistas sean capaces de convertir en gol las ocasiones que fabrican). "Si seguimos fallando tantas oportunidades, lo tenemos claro", dice Kiko. Otro punto de inquietud es el estado animico de los jugadores. La victoria en: Gijón suavizó las cosas, pero el equipo sigue tanto a un paso de venirse definitivamente arriba con un gol a favor, como sostiene Antic, como de derrumbarse por un simple tanto en contra. El proyecto actual, con demasiadas malas caras en la plantilla, no está bien asentado.

Y de ahí el conformismo rojiblanco. No renuncian a la victoria los madrileños, pero tampoco la perseguirán a toda costa. "Venimos con la intención de asegurar el pase a cuartos de final para no tener que jugar los últimos partidos con demasiada presión", explicó Kiko. Y el Atlético cree que con la diferencia actual (tres puntos, sobre el Steaua y seis sobre el Widzew Lodz), un punto en Dortmund podría valer para sobrevivir con tranquilidad al último tramo de competición.

El entrenador rojiblanco no podrá contar para esta cita con el sancionado Diego Pablo Simeone, no sólo el futbolista con más carácter del equipo sino el máximo goleador de la competición, con cuatro tantos. Su lugar lo ocupará seguro Bejbl, lo que permitirá que Vizcaíno, como en Gijón siga de medio centro. Tampoco jugará probablemente Caminero, todavía pendiente de la evolución de su rotura fibrilar. Para ocupar su lugar en la banda derecha Antíc duda entre Roberto, el autor del gol del sábado en Gijón, o Aguilera, el mejor de los rojiblancos en la primera y única salida europea, a Lodz.

En el bando alemán, Julio César, pese a que no se ha entrenado durante la semana, jugará. Está condenado a pasar por el quirófano para curarse el menisco, pero el parte de bajas (Hitzfeld sólo dispone de 15 futbolistas), le obliga a seguir de pie. Kohler y Heinrich, por sanción, y Sammer, Kree, Feiersinger y Riedle, por lesión, figuran entre el poblado listado de ausencias alemán.

Aliniaciones:

Borussla Dortmund: Klos; Reuter, Julio César, Pedersen, Lambert, Reinhardt; Zorc, Moeller, Tretschok, Ricken y Chapuisat.

Atlético: Molina, Geli, Santi, Solozábal, Toni; Roberto o Aguilera, Vizcaíno, Pantic, Bajbl; Kiko y Esnáider.