Fiesta nacional
Un año más se ha celebrado la fiesta nacional, y un año más observo cómo se repiten las mismas ceremonias: Rolls negro rodeado de la guardia a caballo - que produce escalofríos y recuerdos tenebrosos-, ofrenda a los caídos, desfile militar y recepción oficial a todos los sectores de la vida española. Tanta similitud con tiempos felizamente superados es lamentable; yo pensaba en aquella época que algún día disfrutaríamos de una fiesta nacional de todos y para todos, con celebraciones populares y con alegría en las calles. La realidad es bien distinta: los de siempre y lo de siempre, y la gente... pasando.¿De verdad creen que con el desfile y los políticos, militares, clero, famosos y figuritas de porcelana que acuden a palacio ya se ha cumplido? Por favor, que aporten un poco de imaginación y que se acuerden de la gente para algo más que para votar y darle fútbol a todas horas. .
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
