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Clamor en Guatemala para que se investigue a las autoridades del deporte tras los 83 muertos

El Gobierno de Álvaro Arzú analiza la posibilidad de decretar la intervención de la Confederación Deportiva Autónoma de Guatemala, en momentos en que las investigaciones preliminares apuntan a la sobreventa de boletos como la causa primaria de la tragedia que la noche del pasado miércoles costara la vida a 83 personas (cifra oficial) en el estadio Mateo Flores, minutos antes de iniciarse un encuentro entre Costa Rica y Guatemala. Por otra parte, la FIFA solicitó ayer formalmente a las autoridades francesas que no haya vallas en los campos en que se dispute el Mundial 98.

Como primera providencia, Álvaro Arzu, quien se ha fijado como meta esclarecer los sucesos que rodearon la tragedia, ordenó una auditoría exhaustiva en la Confederación Deportiva Autónoma de Guatemala (CDAG), que abarcará los ejercicios fiscales de los últimos dos años, "con el objeto de establecer si existen anomalías en el manejo de fondos de la institución", según afirmara el mandatario en un mensaje transmitido, a través de una cadena de radio y televisión, la noche local del jueves (madrugada de ayer en España).Arzú, que ha tomado un protagonismo inusitado en este caso, nombró, asimismo, una comisión de alto nivel, integrada por los ministros de Interior y Salud Pública, el alcalde de la Ciudad de Guatemala y dos personas particulares de reconocida honorabilidad, quienes tendrán la misión de "esclarecer lo ocurrido e informar a la ciudadanía en un plazo no mayor de 15 días".

La posibilidad de una intervención del deporte guatemalteco, que el jueves se daba como inminente en este país centroamericano, obtuvo el respaldo inmediato de la prensa especializada y de los aficionados en general, convencidos de que las federaciones de las distintas disciplinas se han convertido en refugios de "familias mafiosas" que distraen los fondos destinados al deporte para beneficio particular. Las pruebas en tal sentido son abundantes. Entre las más evidentes figuran las listas de las delegaciones guatemaltecas a competencias internacionales donde el número de "directivos" (familiares incluidos) sobrepasa con creces al de atletas participantes.

Al respecto, el presidente del Congreso Legislativo (unicameral), Carlos García Regás, dijo a la prensa que la figura de la intervención es potestad exclusiva del presidente, pero que se estudia detenidamente la posibilidad de aplicarla, para no lesionar la autonomía que la Constitución Política de Guatemala concede al deporte y las repercusiones internacionales que una medida de esta naturaleza podría acarrear.

Inicialmente, el mandatario ordenó la confiscación de los fondos recaudados en el estadio la noche del miércoles, que serán destinados a ayudar a las familias de las víctimas fatales de la tragedia.

En tanto, directivos de la Federación Guatemalteca de Fútbol y de la Comisión de Selección decretaron tres días de duelo nacional; anunciaron la suspensión de todas las actividades oficiales del deporte guatemalteco. Al margen del anuncio, que más bien parecía de trámite, las autoridades de la Fedefut y Comisión de Selección, visiblemente nerviosos, pidieron a la prensa hacer llegar al presidente Arzú un mensaje: "Pedimos el beneficio de la duda. Realizaremos una investigación minuciosa y daremos a conocer los resultados de la misma, pero pedimos que no se nos condene, porque aquí hay personas honorables cuya rectitud está siendo cuestionada", dijo uno de los directivos, Rolando Castro de León.

Anoche (madrugada en España) el obispo de Guatemala, Próspero Penados, ofició en la catedral católica de la capital, el funeral por los muertos aplastados contra las vallas del estadio Mateo Flores. La Iglesia católica ha ofrecido fondos para que los más pobres puedan enterrar con dignidad a sus familiares.

Reacción de la FIFA

La FIFA achaca las muertes de Guatemala a la existencia de vallas rodeando el perímetro de juego, contra las que cayeron los aficionados en avalancha. En su primera reacción a lo ocurrido, la FIFA ha solicitado a los organizadores del Mundial 98 en Francia, que retiren las vallas de todos los estadios. "Las vallas son para los animales y los presos", declaró Sepp Blatter, secretario general de la FIFA. Blatter recordó que no hubo vallas en la Eurocopa de Inglaterra, donde no se produjo ningún incidente con los aficionados en las gradas.

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