Desprecio

Verdaderamente, pone los pelos de punta comprobar cómo, en cuanto Felipe González ha cumplido con su obligación de empezar a hacer oposición, el señor Álvarez Cascos le ha despreciado de un plumazo, refiriéndose a la "nula autoridad moral" que tiene el líder socialista para lanzar la más mínima crítica al Gobierno de los populares.¿Cómo se atreve el señor Cascos a mandar callar a nueve millones de españoles? ¿Quién se cree para borrar de un plumazo los deseos de oposición de esos nueve millones de ciudadanos? Que el señor Cascos no pierda el norte. Son muchos, repito, muchos los españoles que estaban esperando, e incluso casi exigiendo, que los socialistas y su secretario general empezaran su labor de oposición y crítica. En este país hay millones de personas a las que no les gusta nada lo que está haciendo o está empezando a hacer el Gobierno del PP. ¿Con qué derecho les hace callar?

Yo no voté a los socialistas. Pero ahora me alegro de los nueve millones de votos que recogieron. Porque sin una oposición respaldada por esos millones de votos, presiento que el estilo de gobierno del señor Álvarez Cascos sería de tal prepotencia que convertiría a aquel pasado y famoso rodillo socialista en un ingenuo e inofensivo utensilio de cocina.-