El título de marcas y el subcampeonato de pilotos se deciden en el San Remo
El Rally de San Remo, la penúltima prueba del Mundial de la especialidad, arrancó ayer de la forma que menos les gusta a los pilotos. Un recorrido de, concentración marcó el comienzo de la actividad, pero no hubo tramos cronometrados, ya que éstos empezarán hoy. Fue, por tanto, un trámite, molesto pero obligatorio.La jornada de ayer resultó casi tan intrascendente como la propia disputa de la tradicional prueba italiana, a la que en esta ocasión se llega con el título de pilotos ya sentenciado a favor del finlandés Tommi Makinen (Mitsubishi) y sólo con dos dudas secundarias por resolver. A falta de dos carreras para el final del curso -San Remo y Cataluña (del 4 al 6 de noviembre)-, únicamente está en juego la corona de marcas, entre Mitsubishi y Subaru, y el subcampeonato individual, por el que pugnan Carlos Sainz (Ford) y el sueco Kenneth Eriksson (Subaru).
A pesar de que el título popular es el de pilotos, y ése ya está en el bolsillo de Makinen, el Mundial de marcas significa mucho más para los constructorés.- De ahí que las dos firmas japonesas que optan a ganarlo vayan a volcarse en el San Remo y el Cataluña. En Italia se producirá el debut del ex campeón Didier Auriol como piloto de Mitsubishi.
El francés reforzará en este equipo a Makinen, vencedor de cinco de las siete carreras anteriores, después de haber estado en el paro casi todo el año. Subaru ha inscrito tres coches: los del escocés Colin McRae, el local Piero Liatti y el sueco Eriksson. Provisionalmente, el liderato del Mundial está en manos de Mitsubishi, con sólo nueve puntos de ventaja.
Problemas para McRae
Ayer, uno de los protagonistas del rally, el escocés Colin McRae, pasó por una situación delicada cuando la policía italiana le paró a la salida de un túnel por ir a 180 kilómetros a la hora, cuando la velocidad permitida es de 60. Intentaron retenerle el permiso de conducir, pero no pudieron porque es de nacionalidad británica y no tienen jurisprudencia sobre él. La organización lamentó el incidente, pero no tomó represalias al entender que se había producido al margen de la competición.
