Tres años entre barrotes
Carlos Reviriego y Florencio Martín son dos trabajadores que han asumido la ingente tarea de pintar cada uno de los barrotes de la verja del Retiro. Llevan con ese cometido desde abril de 1993, porque su labor es densa y minuciosa: retocan con un pincel cada una de las lanzas, y avanzan a razón de 15 metros por día (unos 111 barrotes), con jornadas de ocho horas. Carlos y Florencio han recibido ayuda de parejas de trabajadores eventuales -ahora están con ellos Mario Díaz y Daniel Iglesias-, pero han permanecido incluso siete meses dedicados a otras obras por problemas de presupuesto en ésta. Todos ellos trabajan para la empresa Gabi, SL, contratada por el Ayuntamiento. Esperan terminar dentro de dos o tres meses. Para entonces, habrán. pasado más de tres años entre barrotes.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.