Aznar advierte al PNV que la dispersión de etarras es irrevocable

No habrá vuelta atrás en la política de dispersión de presos de la banda terrorista ETA. El presidente José María Aznar se mostró ayer tajante en su respuesta al jefe del Gobierno vasco, José Antonio Ardanza, que horas antes le había acusado de no aplicar la ley en esta materia. Según el lehendakari, el acercamiento de los presos a la residencia de sus familias es un mandato legal. Aznar dijo que no quiere polemizar con nadie sobre esta cuestión, pero replicó que la dispersión "se ajusta perfectamente a la legalidad vigente".

Pero la política de dispersión se seguirá aplicando, aunque también, aseguró, un tratamiento individualizado que puede dar lugar a algunos traslados. "Cualquier presión en esta materia", advirtió, en referencia a la resolución aprobada la semana pasada por mayoría en el Parlamento vasco, "es equivocada".Ardanza había acusado a Aznar de incoherencia por defender el cumplimiento estricto de la ley en la lucha contra ETA y no aplicarla en la política penitenciaria, que, según el lehendakari, debe garantizar la reclusión en el lugar más cercano posible a la residencia familiar. Aznar considera, en cambio, que la dispersión "se ajusta plenamente a la legalidad".

Un nuevo frente de tensión entre el Partido Popular y los nacionalistas vascos quedó abierto ayer en el Senado al aceptar a trámite la Mesa de la Cámara alta las propuestas de modificación presentadas por el Grupo Popular al acuerdo entre las comunidades vasca y navarra para la creación de un órgano estable de colaboración.

Los portavoces del PNV, Eusko Alkartasuna y Convergencia de Demócratas Navarros advirtieron que una modificación restrictiva del acuerdo, aprobado ya por los parlamentos de las dos comunidades autónomas, convertiría al Senado en "un órgano fiscalizador" y en la antítesis de la pretendida Cámara autonómica.

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