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Epoca de vacas gordas

Los salarios en la NBA se disparan y Jordan alcanza los 8.750 millones al año

Hace poco más de seis años, los salarios de los jugadores profesionales de la NBA marcaban una frontera entre los elegidos y los jugadores del montón. Era un tiempo en el que un sueldo de un millón de dólares [128 millones de pesetas] era algo importante y sólo unos pocos escogidos podían disfrutar de semejantes emolumentos. Los tiempos han cambiado mucho en la NBA: ese millón de dólares es ahora el saario medio en la Liga.

Jugadores muy representativos y de gran calidad habían quedado en disposición de negociar sus contratos con absoluta libertad. Y el mercado se ha disparado hasta límites increíbles. Algunos observadores temen que esta espiral inflccionista ponga en peligro la estabilidad financiera de la Liga. El comisionado David Stern ha manifestado para tranquilidad de todos que la salud financiera de la NBA es óptima.

Después de concluir el verano más activo en transacciones y fichajes en toda la historia de la Liga NBA, el grupo de multimillonarios es inmenso. En la NBA sigue habiendo jugadores mediocres, pero los salarios son estelares: es época de vacas gordas.

A la cabeza de todos los jugadores que han firmado nuevos contratos, figura, por supuesto, Michael Jordan. Oficialmente, el contrato de Jordan vale 30 millones de dólares (3.750 millones de pesetas). Jordan ha renovado por una temporada su contrato con los Bulls, en busca de su quinto título. Jordan recibe, además, otros 4.000, millones gracias a sus diversos contratos publicitarios.

En este verano han cambiado de equipo dos excelentes pívots: Shaquille O'Neal -nuevo jugador de los Lakers, con un sueldo de más de 15.000 millones durante las próximas siete temporadas- y el zaireño Dikembe Mutombo, quien aterriza en los Atlanta Hawks para ganar 1.250 millones durante el próximo quinquenio.

Alonzo Mourning, pívot de los Miami Heat y jugador favorito de su técnico, Pat Riely, ha renovado por 14.000 millones, a percibir en los próximos siete años. Juwan Howarhan firmó otro contrato astronómico que fue invalidado por los ejecutivos de la NBA, alegando que Miami contrató a Howard antes de los plazos reglamentarios. Sin embargo, Juwan consiguió que su equipo anterior -los Washington Bullets- le firmaran el mismo contrato que los Heat habían suscrito 13.200 millones por siete temporadas.

El segundo jugador -entre los pequeflos- mejor pagado en la Liga ha pasado a ser el base de Seattle, Gary Payton. Payton, una estrella de la NBA pero de carácter muy inestable ha firmado un contrato por siete temporadas a razón 2.200 millones por año. El nuevo acuerdo triplica al del base de los Orlando Magic, Penny Hardaway, que recibe 800 millones por temporada.

Sin embargo, el auténtico pelotazo de verano lo ha protagonizado el alero de los Orlando Magic Horace Grant. Grant, uno de los mejores jugadores en su puesto, llegó a un acuerdo por el que Orando le pagará 6.300 millones de pesetas durante los próximos cinco años. Un contrato estratosférico para muchos. El acuerdo está, además, estructurado de un modo muy curioso: los pagos van de más menos. Por esta razón, Grant recibirá 1.900 millones esta temporada, lo que le convierte en el segundo jugador mejor pagado de da la NBA. El aumento de salario de Horace de una temporada a otra rompería los esquemas de cualquier economista: el año pasado Grant percibía 480 millones.

No todos los jugadores estrellas reciben semejantes megacontratos. Ninguno de ellos se puede considerar, ni mucho menos, pobre. Pero esta temporada existen algunas paradojas tan singulares cómo estas. Así John Stockton y Karl Malone, el dúo mágico de los Utah Jazz no pasan de los 600 millones de pesetas de sueldo anual cada uno. Ninguno de los dos ha querido cambiar de equipo, aunque hubieran podido tener ofertas muy altas por sus servicios. La fidelidad de ambos jugadores hacia club se sitúa por encima del dinero; algo raro en la NBA.

Scottie Pippen, otra gran estrella de los vigentes campeones, los Bulls es, indiscutiblemente, la mar bagatela de la NBA. Su salario anual de 300 millones de pesetas se sitúa sexto en la clasificación salarial dentro de su propio equipo. Jordan, Rodman, Kukoc, Harper y hasta el pívot australiano Luc Longley superan a Pippen. Increíble pero cierto.

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