_
_
_
_

Blair lleva al congreso laborista británico su revoluclón modernizadora

Los tiempos del entusiasmo sin fisuras han pasado. El último congreso del Partido Laborista británico antes de las cruciales elecciones generales de mayo de 1997 que se inicia hoy en Blackpool, se presenta repleto de escollos para su líder, Tony Blair, obligado a llevar la revolución modernizadora hasta el final. Temas como el salario mínimo, el aumento de las pensiones propuesto por la izquierda del partido, y la de sazón provocada por los rumores sobre su pretensión de romper los lazos con los sindicatos, amenazan con tormentas dentro y fuera del salón oficial de sesiones.

La inmensa mayoría de los delegados llega a Blackpool con el propósito de asentir y aplaudir todas y cada una de las ponencias de la dirección, la mayoría reflejo exacto de la posición del líder, que ayer recalcaba su intención de acabar de una vez por todas con la asociación automática entre una política radical y el aumento de impuestos y la alegría en el gasto público. "Si ésto es así, los tories han sido sumamente radicales", declaraba Blair en una entrevista al dominical The Observer.Lo que Blair se propone es repartir justicia social sin saquear los bolsillos de los ciudadanos, administrando mejor las partidas que van a parar al pozo sin fondo del Estado de Bienestar. Dentro del partido los hay, no obstante, como la veterana Bárbara Castle, que abogan por la idea tradicional de que un partido laborista debe ofrecer, sobre todo, bienestar a los más desfavorecidos. Por ejemplo, a los jubilados, para quienes propone un aumento en las pensiones de 1.000 pesetas semanales.

Los representantes sindicales, con la mitad de los votos del congreso en su poder, presionarán por su parte, para que el partido asuma el salario mínimo -algo menos de 900 pesetas la hora- fijado en el congreso sindical de hace tres semanas. Es poco probable, sin embargo, que se salgan con la suya.

Salario mínimo

La doctrina recibida por Blair en sus últimas visitas a la sede de la Confederación de Empresarios Británicos, la Bolsa de Londres, y en las páginas de la influyente revista The Economist no van por ahí. Es más, los empresarios británicos temen más al salario mínimo que los euroescépticos a la moneda única. Un tema éste último, que tampoco tiene claro el partido destinado, según todos los indicios, a dirigir los destinos del Reino Unido a partir de la próxima primavera.La Unión Monetaria Europea y la moneda única son nociones que despiertan parecida inquietud en el cuartel general laborista que en el conservador. De momento, el tono es más entusiasta en el caso de los primeros, pero Blair se enfrenta a creciente oposición al euro en su partido, empezando por el portavoz de Exteriores, Robin Cook, cuyo euroescepticismo es conocido.Ni los triunfos en elecciones parciales, ni las encuestas que mes tras mes arrojan un balance favorable a los laboristas, han librado tampoco al partido de desavenencias internas. La última de las cuales, la protagonizada por dos diputados rebeldes -Jeremy Corbyn y Tony Benn- que mantuvieron hasta el final la decisión de entrevistarse con Gerry Adams, el líder del Sinn Fein, partido político del IRA, en los Comunes, contra la opinión de la dirección del partido, ha dejado constancia del enérgico liderazgo de Blair.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_