Escopetados con plato grande
¡Uff!. Ya he recuperado un poco y ando por aquí vistiéndome para bajar a cenar. Hoy se ha volado, ¿no? Si los primeros han llegado a más de 43, mi cuentakilómetros ha marcado 42, o sea que no hemos andado muy lejos. Otro día que lo hemos intentado y otro día que nos hemos quedado ahí, casi, casi, pero eso. Nos sobra el casi.En la primera hora se ha volado. A pie de puerto llegamos a 50. Entre que los de la ONCE parecían querer controlarlo todo -hasta Jalabert salía a los cortes- y que todo el mundo quería escaparse, no se ha parado hasta que nos fuimos los tres. Yo con dos italianos. Pensábamos que era la buena, pero detrás han tirado fortísimo, -no me pregunten qué equipos-, fortísimo y no nos han dejado abrir mucho hueco.
Hemos llegado al puerto con sólo 2.40 y al pie los del Lotus se han puesto a cabeza del pelotón a tope, tope, tope. No se conforman con lo que tienen y quieren ganar la Vuelta, y Dufaux quería jugársela. Desde allí salió el ataque de Dufaux, que se fue con Jiménez y Peron, y nos pilló en la cima de Serranillos.
Bajamos juntos y antes de Navalmoral pasamos a dar relevos todos menos Nardello. Yo, con el mayor desgaste, pensando en Jiménez, que estaba bien para ganar la etapa. Me vacié del todo, y cuando no pude más, me aparté a la derecha y, venga, a mi ritmo. Pero es que Dufaux nos había subido escopetados: Serranillos con plato grande. Dufaux iba eufórico y en el adoquín de Ávila lo demostró: arrancó y les picó tiempo a todos.
Cuando me adelantó el otro grupo iba tirando de él Rominger a tope, tope, y Zülle, que desgraciadamente se había quedado sin su gente y que no creo que se recupere antes de terminar la Vuelta, a rueda. Suizos contra suizo. Se ha armado la marimorena, pero bien.
Será difícil recuperarse de la paliza, pero seguro que el Lotus lo vuelve a intentar hoy. Falta saber si Zülle hincará la rodilla. Hoy son puertos de escalador puro y lo tendrá más difícil para que le echen una mano. Se volverá a volar. Será muy movida y esperemos, esperemos que nosotros volvamos a ser protagonistas. Ha sido una lástima que ayer no nos dejaran, pero hay que intentarlo todos los días, por lo menos para que la gente no piense que voy a rueda todo el tiempo. O sea, que otra vez vosotros tendréis espectáculo y nosotros dolor de piernas. Pero éste es nuestro oficio.
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