Tres fachadas de la Casa del Tesoro fueron demolidas en la plaza de Oriente
A la Casa del Tesoro (edificación del siglo XVI adyacente al alcázar de los Austrias) ya no le queda más que una fachada. Si acaso. Un informe de la doctora en Historia de la Universidad de Alcalá de Henares, Isabel Redondo, fechado el pasado 20 de julio, revela que los arqueólogos que dirigieron las excavaciones de la plaza de Oriente se toparon, además de con la fachada occidental por cuyo derribo se enfrentaron, con las caras norte y sur de este edificio del Siglo de Oro.La fachada sur, la principal del conjunto, según Francisco Valdés, profesor titular de Historia de la Universidad Autónoma, y que daba hacia la actual calle Mayor, tenía unos 165 metros de longitud. De ellos, según el informe de Redondo, se descubrieron unos 30 metros en las excavaciones. La cara norte de la Casa del Tesoro, la que miraría hacia la actual plaza de España, "era una sólida fachada que daba idea de la magnitud de la obra", según Redondo.
Doble importancia
La doctora Redondo explica en su informe, incluido dentro del estudio que Esther Andreu (una de los dos codirectores de las excavaciones) entregó a la Comunidad, que la fachada sur de la Casa del Tesoro se asentaba sobre un cimiento islámico, que sería demolido también dado su escaso valor. Para la historiadora, la mole de 30 metros encontrada tendría gran importancia, puesto que "se trataría, obviamente, del paramento inferior del pasadizo de la Encarnación". Este pasadizo era el elemento arquitectónico que daba "apariencia unitaria al conjunto de la Casa del Tesoro".
En su descripción de la fachada norte, la historiadora escribe: "Sólida fachada que daba idea de la magnitud de la obra emprendida en esa zona, ya en confluencia con la desembocadura de la cárcava de Bailén". (Entre el alcázar y lo que ahora es la plaza de España existía un enorme barranco, que obligó a los arquitectos de la Casa del Tesoro a aumentar el grosor de sus muros para evitar posibles desmoronamientos).
Y continúa Isabel Redondo: "Tendríamos pues documentadas en total tres fachadas de la Casa del Tesoro: norte, sur y oeste". La historiadora considera, no obstante, que ninguno de estos elementos arquitectónicos puede considerarse "parte del alcázar en sí". "El alcázar, viejo gruñón dormido", escribe la experta, "se resiste a ser atrapado. Por el momento habremos de conformarnos con un eco susurrante que nos deja con la miel en los labios".
Por su parte, el Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso de los Diputados ha presentado una proposición no de ley sobre la salvaguarda de los restos arqueológicos descubiertos en las obras. El PSOE ha pedido al Gobierno de José María Aznar que informe de los diversos estudios técnicos oficiales que se han realizado sobre las obras de la plaza de Oriente. La proposición no de ley pide también la paralización de las obras
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