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El abogado de Andreotti pone en aprietos al principal acusador del ex primer ministro

Tommaso Buscetta, el más célebre arrepentido entre los mafiosos italianos y el principal acusador de Giulio Andreotti vaciló ayer claramente al prestar testimonio en el juicio por el asesinato en marzo de 1979 del periodista Mino Pecorelli y pidió la suspensión de la audiencia, declarándose cansado y enfermo, después de que los defensores del ex presidente del Gobierno le preguntaran por lo tratado en una reunión privada, y hasta ayer secreta, que Buscetta tuvo con Fausto Cardella, fiscal del caso. "Hablamos de cosas mías", respondió. "Me parece volver atrás en el tiempo, y responder a un interrogatorio policial", añadió el testigo."Sé que la entrevista existió, pero ninguno de los dos interesados me quiere decir lo que pasó en ella", comentó fuera de la sala Franco Coppi, uno de los abogado de Andreotti. "En esas circunstancias, cada cual es libre de sacar sus conclusiones", dijo Coppi.

Buscetta, el mafioso que ayudó al juez Giovanni Falcone a instruir sus procesos, no destapó el capítulo de las relaciones entre la Mafia y los políticos hasta después del asesinato, en 1992, del magistrado. Ayer dijo en el juicio que decidió hablar de este tema "para rendir honor a Falcone, que se había convertido en un personaje muy importante en mi vida".

El principal acusador de Andreotti sostiene que el capo Gaetano Badalamenti le dijo en 1982, en Brasil, que él y Stefano Bontade, otro jefe de la Mafia de los años setenta, habían areglado el asesinato de Pecorelli a petición de los primos Nino e Ignazio Salvo, conocidos mafiosos y democristianos, "en interés de Andreotti". De estos personajes, únicamente sobreviven Buscetta y Badalamenti, que está encarcelado en EE UU y que no desea prestar declaración.

El arrepentido presentó ayer en el proceso una foto en la que se le ve en una partida de caza junto a don Gaetano tomada, según él en Brasil, como prueba de sus estrechas relaciones.

"Un pequeño golpe de escena como no se ve ni en los telefilmes de Perry Mason", comentó el tercer superviviente, Giulio Andreotti, presente en la sala. "No temo la declaración de Buscetta. Ya le oí en Padua, y conozco de memoria lo que dice", declaró Andreotti.

Buscetta sostiene que Andreotti quiso que muriera Pecorelli porque éste le chantajeó con la publicación de lo que escribió durante su secuestro Aldo Moro. El periodista obtuvo tales escritos, comprometedores para el ex presidente del Gobierno, del general Carlo Alberto Dalla Chiesa, añade.

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