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VUELTA 96

Comienza el festival italiano

Biagio Conte, un neoprofesional siciliano de 28 años, primer líder de la Vuelta

Carlos Arribas

Los primeros 10 días, dicen los sabios, la Vuelta será una carrera italiana. Vienen a ganarse una plaza para el Mundial, no les importará retirarse cuando empiece la montaña, nos van a volver locos y van a ganar muchas etapas. Y más si se dan las circunstancias ideales: buena temperatura -35 grados-, -recorrido llano -sólo un puerto de tercera- y rápido ritmo -más de 40 de media-. Como ayer. Y si no se dan, las inventarán. Cuando se habla del corto plazo, y no de la general final, cualquier gran ronda deberá hablar italiano. Aunque sea con acento siciliano.Miguel Induráin fue el hombre de las primeras etapas del Tour bajo el calor valenciano achicharrante. Los circuitos urbanos -ayer, cinco vueltas por las avenidas valencianas- son peligrosos. Lo sabe el hombre cansado que ayer dio la nueva consigna para que se le dejara de atosigar con la única pregunta: "Cuando empieza la competición dejas de ser una persona normal para convertirte en un ciclista". Como general en el campo de batalla, Induráin dio las vueltas urbanas en cabeza del pelotón, evitó la única caída e incluso, dejándose llevar en el sprint, terminó undécimo, por delante de reputados llegadores como Edo.

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Siguen diciendo los sabios que los ciclistas italianos pueden ser mejores o peores, pero tienen un gen diferente: son ganadores natos. La intuición y el deseo conjugados. Biagio Conte no es el mejor sprinter ni siquiera entre los italianos, y sin embargo ganó a Baldato, Lombardi, Steels y otros reputados. Pero, volviendo a los sabios, hay tantos ciclistas italianos ganando carreras que nunca cesará de salir, alguno nuevo. Es la táctica de la cosecha mensual. Cada ciclista tiene un ciclo mínimo de forma perfecta y a él le corresponde explotarlo. Los reputados, los que llevan todo el año dándose codazos en las llegadas masivas, tienen que ceder el paso. Otra característica italiana es la fecundidad y dureza de su campo aficionado. Conte, siciliano de Palermo, tiene ya 28 años y lleva desde hace cinco guerreando en un equipo aficionado del Friuli. La multiplicación profesional de esta temporada le ha dado por fin la oportunidad. Estaba señalado para primavera y otoño. En primavera logró colocaciones, en casi otoño, su primera gran victoria el primer día de la primera gran vuelta que disputa. Algunos lo llaman suerte.

Si el ciclismo italiano se mantiene fiel a sus imitables señas, el español, otro tanto. La urgencia de la necesidad es una de ellas; la escapada solitario-maratoniana, su evidencia. La primera gran cabalgada deportivo-publicitaria no podía ser más que española, y puestos a elegir, de un corredor del Euskadi. Igor González de Galdeano, hermano de otro ilustre galgo corredor, Alvaro, sabe como todos que el futuro del equipo vasco es mas que negro. 30 millones le faltan a la Fundación Euskadi -suscripción pública- para poder cerrar su presupuesto de este año. 30 millones que no llegan y que urgen a sus corredores a dejarse ver y a que se vea su maillot para hallar una solución personal o colectiva. Igor parece que tiene más fácil la salida individual, ya que él, su hermano y David García podrían fichar por el Banesto. -Aun así, se metió bajo el sol 110 kilómetros -ventaja máxima 9m 30s- en solitario. No llegó, como estaba previsto, pero se dejó ver, que era de lo que se trataba.

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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