El Madrid se repone de un mal inicio

El Madrid comenzó la temporada con una complicada victoria en León, ante un rival que comenzaba a atragantársele. El equipo blanco permaneció un largo rato- ausente del partido, pero regresó a tiempo para ajustar sus ideas ofensivas y en la segunda parte llevarse un partido que se le había complicado en una primera mitad desastrosa.El comienzo del partido fue muy bronco y el Madrid no supo tomar tierra en él. Los jugadores blancos no asimilaron la pequeña batalla que suponía siempre entrar en la zona Ieonesa, y pese al mando que ejercían en el marcador, dejaban que el partido corriese desbocado. El baloncesto León mantuvo siempre firmes las líneas argumentales mostradas desde el principio y pronto entendió que en ese escenario el encuentro estaba hecho a su medida. Con el mando en la anotación de Smith y Houston, el equipo local comenzó a asestar golpes en el rival que le llevaron al filo del descanso a una máxima diferencia de 14 puntos.

El Madrid no encontraba respuestas. Obradovic las había agotado todas en un Carrusel de cambios del que sólo se ausentaron un par de jugadores y en el que Laso, pieza clave después, sólo intervino a falta de un minuto para la conclusión de la primera parte. Sólo Bodiroga era capaz de sostener a su equipo en la cancha y de asimilar la superioridad anímica que en los enfrentamientos entre estos dos equipos comienza a dibujar el cuadro leonés.

El Madrid supo, sin embargo, lavar su cara en el comienzo de la segunda parte. Cuando la distancia de los locales comenzaba a dispararse y todo parecía un calco de lo ocurrido en los primeros minutos, dos triples de Lasa y Angulo coloca ron al equipo blanco en el umbral del partido._ La superioridad reboteadora que el Madrid había ostentado, durante todo el encuentro adquirió entonces_continuidad coherente en la dirección del juego de Pablo Laso. El Madrid supo entonces encajarlos golpes que suponían las escaramuzas que su rival organizaba en el interior de la zona y comenzó a dominar el partido de cabo a rabo, a mandar sobre su ritmo y a ordenar su destino de acuerdo con la plantilla de uno y otro equipo. Laso fue quien decidió en qué área decidía él Madrid su victoria, si en el juego interior o más allá de la línea de tres puntos.

Los hombres de Obradovic estiraron sus argumentos durante 10 minutos sin fisuras, descolocaron a, la defensa leonesa y anularon un ataque en el que Houston y Smith, los hombres que habían lanzado al León en la primera mitad, aparecían muy mermados por las faltas personales. Cuando la distancia ya era definitiva el Madrid supo controlar los leves intentos de reacción de su rival y sé llevó de León una victoria sin ningún brillo.