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Ocho muertos en combates entre el Ejército de Burundi y los rebeldes hutus

Los enfrentamientos entre el Ejército de Burundi, dominado por los tutsis, y los rebeldes hutus del Consejo Nacional para la Defensa de la Democracia (CNDD) se aproximaron ayer a la capital, Bujumbura, cuando las fuerzas armadas del devastado país africano utilizaron helicópteros de combate y artillería para repeler los ataques hutus. En los choques, registrados a una docena de kilómetros al este de Bujumbura, murieron un soldado y siete rebeldes. Varios testigos informaron que habían visto en la tarde de ayer columnas de humo en las colinas que rodean los suburbios del este de la capital y que se escuchaban explosiones de proyectiles de artillería.Un avión militar de transporte de EE UU llegó ayer a Bujumbura para proceder a la evacuación a Nairobi de los ciudadanos norteamericanos y de otros occidentales ante el recrudecimiento de los combates. Bujumbura está actualmente habitada prácticamente por tan sólo la minoría tutsi, que ha obligado a la mayoría hutu a abandonar sus hogares en una nueva versión de limpieza étnica.

Fuentes diplomáticas desmentían anoche los extendidos rumores de que entre los evacuados figuraba el derrocado presidente hutu Sylvestre Ntibantunganya, que está refugiado en la residencia del embajador norteamericano desde el golpe Protagonizado por el Ejército el pasado 25 de julio, y el cual puso al frente del país al tutsi moderado Pierre Buyoya. Las tropas escondieron el avión tan pronto tomó tierra para evitar que fuese alcanzado por los ataques.

Colapso por sanciones

Según el teniente coronel Isaie Nibizi, portavoz del Ejército burundés, a primeras horas de la tarde de ayer se intensificaron los combates después de que los rebeldes asaltasen objetivos militares en las afueras de la capital y el Ejército enviase refuerzos, utilizando helicópteros artillados para combatir a los rebeldes, que el lunes atacaron un acuartelamiento militar en el norte del país y dispararon varios proyectiles sobre Bujumbura.La capital había permanecido en general sin combates desde el golpe de julio, pero la ciudad está al borde del colapso debido a las sanciones impuestas por los líderes de los países vecinos (Tanzania, Kenia, Ruanda, Uganda, Etiopía, Camerún y Zambia) para forzar a Buyoya a restaurar la legalidad constitucional en el país. Según los analistas, los rebeldes están aprovechando el efecto de las sanciones para combatir cada vez con mayor ímpetu a un Ejército prácticamente sin recursos. "

Los observadores temen que la guerra civil lleve a Burundi a la misma situación que condujo al genocidio en Ruanda. Unas 150.000 personas -en su mayoría civiles- tan muerto en luchas étnicas desde 1993, cuando el primer presidente elegido democráticamente en el país fue asesinado en un atentado.

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