El empresario Carlo de Benedetti deja todos sus cargos en Olivetti
La larga crisis de Olivetti, que acumula fuertes pérdidas desde 1991, desembocó ayer en la dimisión total de Carlo de Benedetti, que durante los últimos 18 años había controlado con una participación minoritaria el primer grupo informático italiano. "A partir de hoy, Olivetti será dirigida por un equipo de cuatro personas próximas al ingeniere, titular todavía del 15,05%, del capital del grupo. Presiones de otros accionistas que ganaron peso tras la ampliación de capital de1995 explican la salida de De Benedetti.
Un consejo de administración extraordinario nombró anoche nuevo presidente de Olivetti a Antonio Tesone, abogado ligado al grupo familiar de De Benedetti, y confirmó a Francesco Caio como consejero delegado. Además, se confirmó anoche de que este último trabajará bajo un directorio de cuatro fieles al ingeniere, entre los que figurará su propio hermano, Rodolfo De Benedetti. No parece, por ello, seguro, que la dimisión del presidente histórico resuelva todos los conflictos.Las tensiones manifestadas ayer tienen un fuerte carácter personal y mucho que ver con el empeño del ingeniere en mantener la división informática de Olivetti, principal causa de la mala marcha del grupo. También parece lógico que la reciente confirmación en apelación de la condena de De Benedetti como cómplice en la
quiebra del Banco Ambrosiano haya influido en el asunto.
Las diferencias entre De Benedetti y sus nuevos socios eran motivo de especulaciones desde el pasado mes de junio. Destacan entre estos accionistas el banco norteamericano Chase Nominees Ltd., y el Deutsche Bank, junto al italiano Mediobanca. Carlo De Benedetti reconoció hace ya un año que, tras la última. ampliación de capital, había perdido el control de Olívetti y debía negociar con los demás propietarios.
Los primeros síntomas de esas tensiones se manifestaron el pasado 26 de junio, cuando De Benedetti anunció que Corrado Passera, el hombre que le ayudaba a sanear Olivetti, dejaba el grupo. El 4 de julio, el ingeniere decidía abandonar la dirección ejecutiva de Olivetti y nombrar consejero delegado a Caio, un joven de 39 años que había hecho carrera como director de Omnitel, la división de telefonía celular que representa la gran esperanza del grupo.
En los últimos días, las acciones de Olivetti habían perdido hasta nueve puntos en Bolsa, entre rumores de que De Benedetti, y Caio discutían sobre cómo presentar los resultados - del primer semestre de este año. Al parecer, el primero quería una versión edulcorada de los mísmos. Paralelamente, crecían los rumores de la dimisión de De Benedetti como presidente del grupo. La noticia se confirmó anoche, con el añadido de que el ingeniere dejará también de ser consejero. Para el grupo informático, el cambio es histórico.
Las cuentas de la primera mitad de este año fueron dadas a conocer anoche, poco después del anuncio de la dimisión, y son un factor fundamental para explicar lo sucedido. Olivetti perdió durante los últimos seis meses 440.200 millones de liras (cerca de 40.000 millones de pesetas), como consecuencia en parte de un resultado operativo negativo por 80.800 millones de liras. En 1995, el grupo perdió 1,598 billones de liras, pero su, resultado, operativo fue positivo en 114.144.000 millones y el dato fue presentado como una señal de cambio favorable en la marcha del grupo.
Desde comienzos de está década, Olivetti se halla sometida a una reestructuración, que ha reducido su plantilla en unos 28.000 empleados entre 1990 y 1995. Hito fundamental en el relanzamiento intentado por De Benedetti fue la ampliación de capital por 2,257 billones de liras realizada hace un año a través del mercado. De Benedetti aseguró entonces que Olivetti volvería a dar beneficios, en 1996. Sin duda, sus principales socios no lo habían olvidado.
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