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Una explosión de gas causa ocho heridos, uno muy grave, en un barrio de Villaverde

Ocho personas heridas, una de ellas con quemaduras muy graves, es el resultado de la explosión de gas que se produjo a las 14.15 de ayer en el segundo piso de la clle del Perejil, 4, en el distrito de Villaverde. La deflagración tuvo lugar en la vivienda que ocupaba Felipe Moreno Ventas, de 36 años, que hubo de ser ingresado en el Hospital Universitario de Getafe con quemaduras en el 60% de su cuerpo. Al menos diez portales resultaron seriamente afectados por efecto de la onda expansiva.Según el testimonio de numerosos vecinos, Felipe Moreno, conocido en el barrio con el sobrenombre de El Pantera, sufría trastornos mentales y llevaba varios días amenazando con "volarlo todo". Una fuente del cuerpo de bomberos indicó que la cocina del piso siniestrado presentaba indicios de haber sido manipulada.

La explosión fue tan virulenta que destrozó por completo tanto el muro exterior de la vivienda como el que da al patio interior. Moreno, casado y con dos hijos, quedó tendido en el suelo, entre las llamas y semiinconsciente, y cuando varios vecinos le bajaron a la calle les confesó: "Sí, he sido yo, ¿qué pasa?".

PASA A LA PÁGINA 3

20 realojados

"La onda expansiva me levantó por los aires hasta que choqué contra el techo", relata el vecino del sexto

Las viviendas siniestradas corresponden al barrio de El Cruce y fueron entregadas por el Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima) el 25 de junio de 1989. El vecindario lo forman, en su mayor parte, parados y pensionistas.Ante la importancia de los destrozos, unas veinte personas tuvieron que ser realojadas por el Ayuntamiento de Madrid en distintos hostales de la capital. Los técnicos municipales calificaron de "no habitables" tres viviendas del portal 4; en el resto hubo que desescombrar numerosos tabiques dañados y desalojar, como precaución, a los inquilinos. Decenas de cristales y persianas de toda la manzana saltaron hechos añicos. La explosión también arrancó de cuajo varias puertas de la entrada, que aparecieron empotradas en los cuartos de baño, en el extremo opuesto de las viviendas.Al lugar de los hechos se trasladaron una docena de coches de policía, seis camiones de bomberos y ocho unidades del Samur.

En total, cerca de 150 personas de servicios de urgencia intervinieron a raíz de la deflagración. La intervención policial fue particularmente rápida, ya que la calle del Perejil se encuentra a muy pocos metros de los guetos gitanos de Villaverde, donde los agentes municipales montan guardia permanente desde hace varios días.

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