El temor a las matanzas en Burundi lleva a casa a miles de refugiados ruandeses
Amnistía Internacional informó ayer de que al menos 6.000 personas han muerto en Burundi a causa de la violencia política en las tres semanas posteriores al golpe de Estado del pasado 25 de julio. Amnistía señaló que la situación continúa deteriorándose a pesar de las promesas de detener las matanzas hechas por el nuevo hombre fuerte, el tutsi Pierre Buyoya. El temor al Ejército dominado por los tutsis ha hecho que 45.000 refugiados hutus ruandeses hayan vuelto a casa desde Burundi en los últimos días. En la foto, dos de ellos observan desde un roto en la lona de uno de los camiones de la ONU en Ngozi, al norte de Burundi.
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