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Tribuna:HOGUERAS DE AGOSTO
Tribuna
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Señales en la niebla

Con el príncipe de Asturias volando hacia la República Dominicana, en compañía del ministro de Asuntos Exteriores, Abel (amigo de Cain-osa) Matutes, en viaje oficial para asistir a la toma de posesión del nuevo presidente de aquel país,y las infantas en Atlanta en los Juegos Paralímpicos, Mallorca se ha desangrazulado mucho, pero aún así cuenta con numerosos alicientes, tales como la presencia en la isla de la alcaldesa de Zaragoza, Luisa Fernanda Rudi, que está aquí con su flamante, o eso suele decirse, marido. A mí me priva especialmente hacerle un seguimiento al presidente del Gobierno autónomo, Jaime Mata. Desde que fue descubierto presenciando un espectáculo de tetas y cueros, me he convertido en su sombra, en la esperanza de sorprenderle cualquier día en plena Felanitx con una Valldemosa.Por desgracia, no estaba, o al menos yo no le vi, en la inauguración de la nueva muestra de la pintora María Carbonero, en el Centre Cultural Contemporani Pelaires, que consiste en una colección de visiones africanas bastante impresionantes. Ésta es la galería adonde trajeron los de seguridad al Rey el año pasado para ponerle a salvo mientras se desmontaba el tinglado de los fascistas innombrables que le querían asesinar. A un año vista, uno de los privilegios de quienes llegamos al Centre por primera vez es que nos inviten al despacho privado en donde permaneció don Juan Carlos, y nos enseñen las fotos que se le hicieron sin saber que estaban captando un momento histórico.A falta de sangre azul a tope, me he dejado tentar por el Hola. Y bueno: si ustedes creían haberlo visto todo, hallábanse muy errados. Primero, porque mi admirada Sofía Mazagatos ha vuelto a hablar. Es decir, se la han llevado a la selva venezolana vestida de Coronel Tapioca, y ella aprovecha para desvelar un nuevo capítulo de su pensamiento: "Me da miedo ir tan deprisa: me gustaría tomarme la vida con más calma, pero sucede que vas subida a una noria que no se para". Como ven, sigue en las alturas, aunque ha cambiado el candelabro por la atracción de feria. O quizá esté subida en las dos cosas: hay gente que es capaz de cualquier hazaña, sobre todo a partir de la segunda lobotomía.

Con mayor naturalidad se expresa el modista Antonio Ardón, sorprendido en su taller dando la vuelta al cuerpo de Raquel Mosquera, metida dentro de su traje de novia, en un solo día. Mosquera es la inminente esposa de Pedro Carrasco, ex marido de Rocío Jurado, y el paradigma viviente de cuán cierto es que el hombre no sólo tropieza dos veces con la misma piedra, sino que, una vez probado el modelo de busto aerobag, no pide otra cosa. Veinte metros de seda color marfil y ocho metros de tul ilusione han sido necesarios para confeccionar el vestido, que el día de mañana puede servir de carpa.

Además de esta carnaza, sobre la que cualquier ser humano medianamente constituido aterriza para su placer, hay signos, datos, señales, alarmas, premoniciones. Por una parte, el rostro desencajado de Lady Di, que lleva fatal su pase a situación de Rebeca, hace temer que vaya a ponerse, de un momento a otro, a estrangular a quienes hasta hace poco se beneficiaran de su graciosa cantidad. Por otra, hay un par de fotos im-pa-ga-bles, que constituyen una escalofriante síntesis del equilibrio político / estratégico / económico / funesto de nuestro mundo mundial. En una está Yeltsin jurando como presidente Absolut, en medio de una parafernalia con orquesta militar de gala, coros del Volga y popes de lamé, bajo un dosel monumental hecho con la bandera de Rusia y el marcial escudo con las águilas y el san Giorgiov matando al dragonov. En la segunda imagen, complemento y balance de la anterior, vemos al presidente Clinton durante uno de sus habituales ejercicios de jogging por un parque de Washington. Dios mío: se oye el plis-plas de sus lechosos muslazos cernirse amenazador sobre el porvenir de todos nosotros.

Nos tiene aprisionados entre esos muslos flácidos e implacables: usted, yo, la cadena Sol-Meliá, los colombianos, Cuba, todos víctimas del brutal amuslamiento.

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