'PIPA DE LA PAX'

Carabineros y apaches se han convertido en hermanos de sangre desde que hace unos días firmaran un acuerdo el llamado Capitán Último, por los militares italianos, y Ronnie Lupe, jefe de la tribu Montañas Blancas, por parte de los indios. Último, condenado a muerte por la Mafia desde que en enero de 1993 capturó al número uno de Cosa Nostra, Totó Riina, por lo que fue ascendido a comandante, suscribió el documento en nombre de los hombres del Crimor, grupo especializado en la lucha contra el crimen organizado, y tuvo que esperar para hacerlo a que Ronnie Lupe saliera de la audiencia semanal del Papa, porque era miércoles y el indio no quería perdérsela. Antes de firmar el pacto, el jefe apache visitó y observó de cerca a sus futuros hermanos de sangre, tomando buena nota de cómo viven e investigan y cómo se mimetizan en el territorio, con mucha mayor fatiga, por cierto, que la que supone esconderse tras una roca. Aunque no ha trascendido, parece que a partir de ahora a los carabineros menos dados al trabajo podrá llamárseles Toro Sentado, y que los militares italianos garantizarán que la pipa de la paz que sin duda fumarán juntos no contendrá productos de las refinerías de Cosa Nostra. Se ignora por el momento la reacción ante el acuerdo del Séptimo de Caballería, que en tiempos de tanto potenciar interpoles y europoles ve con suspicacia cómo sus colegas italianos estrechan lazos con los tradicionales enemigos de los rostros pálidos y las chaquetas azules-