_
_
_
_
_

Rivas sopla sus 37 velas

300 vecinos celebraron con una cena comunitaria y una tarta el cumpleaños de su joven municipio

Fernando Rozas tiene 37 años, los mismos que Rivas-Vaciamadrid (20.777 habitantes), el pueblo donde nació y todavía reside. "Somos de la misma quinta", bromea en la fiesta de cumpleaños del municipio. "Tras la guerra no quedó nada, y Regiones Devastadas levantó en 1959 un nuevo ayuntamiento, una iglesia y veinte casas. Lo que hoy es el casco", explica Agustín Sánchez, que a sus 71 años es el invitado de más edad en la fiesta de aniversario organizada por la asociación de vecinos Centro Urbano. La cita fue el sábado al filo de la medianoche en la plaza de la Libertad: cena comunitaria, a la que cada uno aporta su especialidad, cumpleaños feliz tocado por la orquesta y tarta con felicitaciones en letras de chocolate junto a una "licencia poética" del pastelero, un pueblo entre palmeras.Mientras los invitados degustan las viandas, Antonio Serrano, maestro y ex alcalde, 51 primaveras, se remonta a 1846, "cuando se juntaron dos pueblos, Vaciamadrid del Olivar y Rivas del Jarama, gobernados por dos caciques, uno conservador y otro liberal, que tras cada comicio mudaban el Ayuntamiento al territorio del vencedor".

"En la batalla del Jarama el pueblo estaba en primera línea de frente y quedó destruido. Regiones Devastadas decidió levantarlo al otro lado de la carretera", apunta Antonio Martínez, que se jacta de haber instaurado la fiesta de cumpleaños hace doce julios, cuando era alcalde.

Anastiasio Ricote -"soy de Madrid", se disculpa- ayudó a levantarlo. Era camionero y le pagaban 35 duros por cada viaje en el que transportaba los materiales con los que se edificó el nuevo Rivas: morro, un árido para el drenaje del suelo extraído de las graveras de los alrededores, y ladrillos y tejas de la fábrica Cebrián, que estaba entre Arganda y Loeches.

Rozas nació el 13 de julio en el Porcal, una finca agrícola del término donde su padre regentaba un ultramarinos y que hoy es una gravera, diez días antes de que el ministro de la Vivienda inaugurara el nuevo Rivas-Vaciamadrid. "Trajeron únos arbolitos, flores y gente para que aplaudiera, y llenaron con agua de Madrid el depósito hasta que se fue el ministro", recuerda Sánchez.

Los cumpleaños del pueblo animan a sus vecinos. "Sirven para unirnos, debería venir más gente de las urbanizaciones", sentencia Ricote mientras las mujeres reparten la tarta y la orquesta toca el cumpleaños feliz.

"Aquí vives tranquilo y tienes Madrid a 15 kilómetros. Pero lo van a estropear", comenta Rozas refiriéndose al crecimiento del pueblo. "Junto al casco, varias cooperativas construyen 700 viviendas", concluye. La tarta tendrá que ser cada vez más grande.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_