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Samaranch: "Me lo temía y ha ocurrido"

El presidente del COI avisó de la falta de coordinación en la seguridad y pide que no se colapsen los Juegos

, La madrugada del sábado 27 de julio de 1996 se recordará como una de las más tensas de la historia del olimpismo. En el hotel Marrriott Marquis, la sede del estado mayor del Comité Olímpico Internacional, se vivió como una tragedia anunciada. "Me lo temía y ha ocurrido", comentó su presidente, Juan Antonio Samaranch. "Avisé que el sistema de seguridad no era bueno. Faltaba coordinación entre las distintas fuerzas. En Barcelona lo dirigía todo Rafael Vera y funcionó a la perfección. Aquí mandaban muchos y eso significaba que no mandaba nadie".

Samaranch estuvo informado desde el primer momento del atentado y se reunió inmediatamente con sus más directos colaboradores y con los miembros de la comisión ejecutiva, el motor principal del COI. Las decisiones que anunció oficialmente a la prensa François Carrard, el director general, [los Juegos continúan, se guardará un minuto de silencio, las banderas ondearán a media asta] fueron las inspiradas directamente por el presidente, quien las consultó con el presidente Clinton, y que tiene la teoría de volver los Juegos a la normalidad lo antes posible para que el desastre no adquiera proporciones de colapso.Hasta seis veces habló Samaranch durante la madrugada con Bill Payne, el presidente del comité organizador (ACOG). Trataba de establecer una línea a seguir en coordinación con las autoridades del Estado de Georgia. Le insistió en dos puntos que le parecen fundamentales. El primero, que la circulación pueda moverse con la mayor normalidad lo más rápidamente posible, y que la seguridad no ponga trabas a la familia olímpica. Después de los muchos problemas sufridos por los más directos protagonistas de los Juegos, no quiere que lo sucedido empeore aún más la situación. Las protestas entonces aumentarían y la tensión pondría todavía en más peligro el desarrollo de las competiciones cuando todavía falta más de una semana para el final.

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Unos Juegos sin organización
Mucha apariencia y poca eficacia

Samaranch volvió a hacer referencia a que el interés del COI es ayudar en todo lo posible a la organización, porque es también su interés de que los Juegos acaben sin más sobresaltos. Pero lamentó que no se haya hecho caso una vez más de los consejos del COI, el organismo que tiene más experiencia en organizar estos grandes acontecimientos. "Pero, éste es un país muy especial y aunque pasen cosas como ésta seguirá haciendo lo que le parece", concluyó.

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