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El concejal de Obras ignora que sus técnicos han 'jubilado' las fuentes

José Manuel Romero

El concejal de Obras, Enrique Villoria, no se leyó ayer la documentación del Consejo de Administración del Canal de Isabel II, al que pertenece, cuando le preguntaron por el plan de supresión de fuentes públicas. Negó que la voluntad municipal fuera jubilar los surtidores, aunque los técnicos municipales habían consensuado con los del Canal de Isabel II un convenio que establecía la supresión de las fuentes.El documento se aprobó en, el Consejo de Administración del Canal, aunque Villoria, que llegó tarde, se abstuvo. Mientras la Comisión Municipal de Obras aprobó ayer gastar 400 millones para conservar las bocas de riego e hidrantes, el Canal decidió eliminar estos surtidores, lo que costará unos 500 millones de pesetas. El Ayuntamiento y el Canal aprobaron también sus nuevas relaciones económicas: cada organismo pagará al otro por sus servicios.

PASA A LA PÁGINA 4

El PSOE hace campaña a favor de las fuentes que quiere suprimir el PP

VIENE DE LA PÁGINA 1El nuevo convenio establece la "eliminación" de 1.243 fuentes de uso público en Madrid -todas excepto las 611 de los parques- y la sustitución de las 76.000 bocas de riego por 2.859 hidrantes. El texto fue respaldado por el concejal de Medio Ambiente, Adriano García Loygorri (véase EL PAÍS de ayer), y por el consejero de Hacienda y presidente del Canal de Isabel II, Antonio Beteta. Los dos políticos coincidieron: "Es una manera de racionalizar el agua y evitar despilfarros".

Sólo Enrique Villoria, concejal de Obras, se opuso cuando le preguntaron en el Ayuntamiento. Aseguró que desconocía la procedencia de la información, pese a que dos días antes recibió, como consejero del Canal, la documentación sobre la supresión de las fuentes. En el consejo de administración se abstuvo. "No se ha opuesto a la supresión de las fuentes, simplemente se ha reservado el voto pues el convenio tiene que ser ratificado por el pleno municipal", explicó Beteta. Antes, Villoria opinó: "No hay ninguna voluntad municipal de reducir las fuentes públicas. De hecho, entre los últimos mobiliarios instalados figuran columnas con agua".

Tradicional hostilidad

También se abstuvo Ana Tutor, consejera socialista del Canal. Unos minutos después inició su cruzada en defensa de las fuentes que el PP quiere jubilar. "En Madrid hay miles de personas que viven en la calle, por las que el PP siente una tradicional hostilidad, que no tienen otro sitio donde beber que las fuentes públicas. La medida de ahorro es el chocolate del loro pues con el agua que se, gasta en riegos inútiles durante un mes se abastecerían las fuentes más de un año".

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