Peinetas con cabeza
San Sebastián elige a sus reinas de las fiestas por cultas y no por guapas
Desde estudiantes de Historia y de Danza hasta amantes del flamenco descendieron por la misma escalera por la que hasta hace pocos días paseaba su palmito Isabel Gemio. Eran las 12 finalistas del concurso para elegir reina de las fiestas en San Sebastián de los Reyes (58.000 habitantes) y se presentaron en el teatro Adolfo Marsillach para demostrar que hace falta algo más que unas buenas curvas para presidir los festejos. Y es que el Ayuntamiento ha decidido elegir a la reina y sus damas por sus inquietudes y su cultura y por eso convocó a las finalistas, elegidas de entre unas 50 aspirantes, a un programa de la televisión local en el mismo escenario que el programa Sorpresa, sorpresa.Ellas no quisieron arriesgarse y aparecieron ataviadas con sus mejores galas. Bajaron la escalera de caracol a ritmo de canción del verano. En eso acabó todo parecido con otros concursos de belleza. Las candidatas se sentaron e hicieron algo poco habitual en estos certámenes: hablar. Estaban encantadas. "Es la mejor forma de hacer estas cosas", afirmaba Olga Arenas, una estudiante de Historia de 20 años que asegura que "así se animan chicas que tienen ilusión pero no se presentarían si fuera de otra forma". No hubo bañadores, ni pasarelas. "Es superficial elegir siempre a una mujer por su físico", cree Silvia Rodríguez, de 16 años.
Todas charlaron y contestaron a las preguntas del presentador. Estas chicas de 16 a 21 años se enzarzaron en un debate sobre toros, hablaron de música, tribus urbanas y alcoholismo juvenil. No serán sus opiniones lo que valorará el jurado, sino su desenvoltura, su saber estar y sus preocupaciones.
"Está bien que no nos elijan por el físico", asegura Verónica, otra participante de 17 años, enamorada del cante jondo. Pero ella da un paso más: "Hay que elegir un rey de las fiestas. Nosotras mismas lo haremos". La sugerencia no convence demasiado al concejal de festejos, José Luis Gómez. "Eso sería bastante complicado protocolariamente
Y es que el conocimiento de la tradición del pueblo y de las fiestas también cuenta para la elección. El presentador llegó a interrogar a las candidatas sobre la. más reciente tradición festiva del pueblo que ha supuesto cambiar el tradicional Pobre de mí. Algunas supieron el motivo. En su primer pregón como alcalde, Ángel Requena (IU) olvidó el nombre de este cántico del final de los festejos y lo sustituyó por "qué pena me da". Desde entonces los jóvenes cantan al final de las fiestas "qué pena me da, qué pena me da, se han acabado las fiestas de San Sebastián".
De momento todas las candidatas están satisfechas. Cuando el próximo día 26 se haga público el fallo del jurado será otra historia, porque ya sea por inquietudes o por físico a todas las gustaría ganar.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.