La desconcentración hundió a Gemma Usieto
A Gemma Usieto (Huesca, 31 años), doble campeona del mundo de doble trap, le sentó fatal una interrupción técnica de la prueba. La máquina de lanzar platos se estropeó, hubo que detener la competición 10 minutos y cuando se reanudó, Gemma Usieto no era la misma. Tal es así que acabó la última. Una mujer que ha ganado dos mundiales, un europeo, que posee el récord mundial, que ha competido, y ganado, junto a los hombres, no puede quedar última sin una explicación convincente.El doble trap es una especialidad de tiro que requiere una concentración máxima. A 15 metros de distancia del tirador salen al mismo tiempo dos platos, pero de canto, por lo que sólo ofrecen una superficie vulnerable insignificante: apenas un rectángulo de 11 centímetros de largo por 3,5 de alto. Cada segundo se alejan, además, a 33 metros, es decir, que al segundo de salir ya están a 48 metros del tirador, distancia que ya ofrece dificultades de visión -por eso se pintan de colores llamativos- y en la que la munición pierde efectividad al llegar los perdigones ya muy dispersos, por lo que le superan sin rozarle. El tirador no dispone más que de ese segundo para realizar dos disparos y no fallar, además, ninguno. El error se contabiliza como cero. Gana quien más platos rompe.
Con tales condiciones, en el universo no puede existir durante el momento de la competición más que ojos para los platos, reflejos para ir de uno a otro y rapidez para disparar a tiempo. El más mínimo contratiempo supone una pérdida de concentración y que los ceros se acumulen. Gemma Usieto no fue capaz de superar la interrupción que supuso una avería de las máquinas y cuando volvió a su posición no era la misma. En la primera serie de 40 platos falló 18, cinco más que la mejor, que por cierto no se vio afectada por la avería. Ya estaba todo perdido. Lo que sucediera después era pura anécdota.
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