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Carballo sigue sobre la barra fija

El español perdió el autobús y estuvo a punto de no participar en la prueba de ayer

El gimnasta español Jesús Carballo llegó con el tiempo justo a los ejercicios libres y falló en suelo al no poder calentar todo lo necesario antes de su actuación. De los Juegos de Atlanta se podrán escribir libros sobre las hazañas deportivas, pero también sobre una de las organizaciones más desastrosas de la historia olímpica. Y si la valoración se llegara a hacer más profundamente, atendiendo sólo al país del que se trata, no a un humilde territorio tercermundista, los calificativos subirían aún más.

Lo ruinoso y más grave no es ya que los transportes o las comunicaciones no funcionen. Lo tremendo es que los defectos alcanzan incluso a los atletas. Ayer, por ejemplo, al gimnasta español Jesús Carballo. Como los transportes son aquí una calamidad el atleta llegó con el tiempo justo al Georgia Dome y no le dio tiempo a calentar para el primer ejercicio de suelo. Ni siquiera para ir al servicio. Y falló. Eso sí, en el primer país del mundo. Menos mal que después de un escándalo más puede seguir aspirando a medalla en barra fija,' su gran aparato, en el que ganó el título mundial este mismo año en Puerto Rico.

Carballo tiene un problema de tendinitis en las rodillas casi genético. Su padre, el entrenador del equipo femenino de gimnasia, también lo sufrió. Tras los Mundiales, se resintió y en los europeos de Compenhague tuvo que retirarse para prevenir una recaída mayor.

Lo que le faltaba a Carballo era lo de ayer, cuando además el aire acondicionado de los recintos cerrados es tan exagerado que puede congelar hasta las articulaciones. Con todo ello, y siendo el- suelo su peor aparato, no es extraño que fallara nada más empezar. Sacó unos paupérrimos 8,675 puntos. Incluso siguió frío y desconcentrado en el caballo con aros, donde sólo sumó un 9,275, se recuperó ya en anillas, con 9,500 donde tampoco tuvo que usar las rodillas, y volvió a resentirse en el salto, el otro ejercicio que fuerza su tendinitis en la carrera previa, quedándose en 9,200. Sin embargo, el gimnasta madrileño demostró su calidad y coraje, y no sólo mejoró al final en las paralelas, su otra especialidad, en las que hizo 9,550, sino que terminó cumpliendo en lo que más le interesaba, la barra fija, el aparato en que puede seguir aspirando al podio e incluso al oro que ya conoce. Carballo superó su ejercicio del, sábado con sus espléndidas sueltas a una mano y el movimiento de dislocación de hombros que ha inventado, y le puntuaron 9,762. Con los 9,612 del primer día se colocó sin ningún problema quinto y por tanto entre los que disputarán el próximo lunes la última medalla de gimnasia. No en vano se trata del aparato más espectacular de esta disciplina.

Triunfo de Rusia

En el concurso por equipos, al que no tiene acceso Carballo más que individualmente, el triunfo ruso que parecía cantado desde los ejercicios obligatorios se confirmó en los libres, por delante de China y Ucrania. Sólo en un momento Estados Unidos arrebató el cuarto puesto a Bielorrusia, que lo recuperó gracias a Vitaly Scherbo.

Pero el séxtuple campeón olímpico en Barcelona no puede cargar con todo un equipo de seis (7, en realidad, aunque la peor nota no puntúa). Bastante hará con mantener el título individual ante la estrella de los próximos anos, el impresionante ruso Alexei Nemov.

Este jovencísimo y sorprendentemente relajado gimnasta no participó en los pasados europeos para preparar los ejercicios obligatorios y a fe que le cundió, pues ya logró la mejor puntuación individual el primer día. Ayer lo confirmó.

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