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Primer día, primera medalla

Ernesto Pérez Lobo, de 25 años, ganó la medalla de plata en categoría + 95 kilos

J.-J. FERNÁNDEZ, El deporte español comenzó los Juegos Olímpicos de Atlanta con el nivel que lo hizo en Barcelona: con medalla. Ernesto Pérez, un fornido madrileño de 25 años, 1,95 metros y 125 kilos, perdió ante el francés David Douillet, la gran estrella de este deporte, pero ganó la plata tras un brillantísimo torneo. -

La hazaña de Ernesto Pérez empezó desde bien pronto. Tuvo el peor sorteo que podía esperar en su camino de contrarios (todo el equipo lo ha comentado, lo cual agranda su mérito), pero no se arredró. Por algo ya tenía la experiencia de los pasados Mundiales de Tokio, el pasado año, donde quedó quinto, tras ganar cuatro combates y sólo perder con Douillet y con el georgiano Jaljalchvili por el tercer puesto.

En primer lugar le correspondió el turco Tataroglu, un difícil rival, ya bronce en Tokio, y ante el que empezó con todas las precauciones. El yudo es un deporte a veces muy ingrato en el que un solo combate puede acabar con todo un torneo. Sin embargo, .Pérez, muy seguro de sí mismo, marcó dos yukos (las segundas mínimas ventajas con que se puntúa el judo con un uchimata y un otokoshi).

Después, vino el paso más complicado: el alemán Moeller, subcampeón en los Mudiales tras Douillet. El combate no pudo ser más apretado, pero a falta de 20 segundos marcó un ouchigarim que no llegó a ser considerado como koka en la puntuación, pero que sirvió para que los jueces le dieran ganador por decisión.

Sólo quedaban dos pasos ya para la medalla y el primero, para llegar descansado a las semifinales, lo solucionó con la maestría de los campeones. Se impuso por ippon, el k.o. del yudo, con un uchimata precioso de contra casi al bordé del tatami. Habían pasado casi ocho horas desde que había comenzado la competición y se enfrentaba al chino Lin Sheng, un auténtico armario de 2,05 metros y 140 ki los de peso que le sacaba la cabeza . Ahí se jugaba la medalla. Si ganaba tenía la plata asegurada y si perdía debería aún luchar por el bronce con uno de los ganadores de la repesca. Su táctica era cansarle, pero atacando.

Y tuvo, todo un ejército de animadores. No sólo sus técnicos directos, sino también el doctor León Villar, que tratará mañana de ganar, también su merecida medalla, pero que ayer fue casi su director de combate. "¡Al suelo, al suelo! !Ataca, tira de él! ¡No te dejes coger mas que por una mano y entra con uchimata! !Así, así! ¡Está muerto!"

En esto consiguió incluso un wazari (el medio ippon) de o. uchigari, un _yuko y hasta un koka porque al chino se le fueron las fuerzas y acabó amonestado por falta de combatividad. El coro de compañeros y técnicos se oía en todo el garaje (sí, garaje) el escenario lamentable dentro del enorme World Congress Center, donde se disputa el yudo y varios deportes más.

Daba igual, Ernesto tenía la medalla y aunque salió sin ningún miedo ante Douillet, el doble campeón mundial de esta categoría de + 95 kilos y de todas las categorías, demostró que está por encima de todos.

El combate duró poco más de un, minuto y aunque el español hizo lo que debía, acabó cazado por ippon tras haber rozado antes la inmovilización. Para él era lomáximo: "¿Ves como podía le dijo a un amigo? Estoy feliz. Subcampeón olímpico iuf!. No me lo puedo creer todavía".

La última derrota también daba igual. Incluso hubo el enchufe español de un miembro del protocolo para que diera tiempo a la llegada de la reina Sofía a la entrega de la medalla. La baja conseguida por la federación en Telemadrid para que este técnico no se cansara con las grúas y las cámaras, ha merecido la pena ha tenido recompensa.

El trabajo de este organismo ahora modélico y que tantos problemas arrastró en el pasado, también ha cundido. No sólo ha abierto la veda de medallas del judo masculino español tras las conseguidas por Miriam Blasco y Almudena Muñoz en Barcelona, sino, que lo ha hecho para toda la expedición, española en Atlanta, incluído el yudo que espera mas podios con poderosas razones.Siempre se dice en unos Juegos Olímpicos, que lo importante es abrir el cupo de metales. Ya está. España ya figura en el medallero.

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