Maravillas
Lean, por favor, la frase que sigue: "Ni tengo ganas de trabajar, ni quiera Dios que me vengan"; la sentencia no viene de la Atenas aquella de los Sócrates y Aristóteles, ni de Rafael de Paula gitano y ¡olé! La filosofía, es decir, este tratado de filosofía, que lo es, fue esponsorizado para que llegara a todos los rincones del mundo de toda la historia de la humanidad por el señor Maravillas, un paisanín de Faro, pueblo singular del León más berciano y agallegado; hay que saber que lo de paisanín, en dichas tierras, quiere decir, cuando se pronuncia en voz baja: un personaje. Y si se susurra, quiere decir: Dios en persona o el diablo ejerciendo. Y vamos al grano: ¿Qué no se habrá brujuleado para explicar la ausencia del señor Induráin en el Tour? No hemos hecho más que explicarlo. Y a reflexionar, pues: "Ni tengo ganas de trabajar, ni quiera Dios que me vengan". ¡Ojo!-
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