Los mitos agrandan su leyenda
Lewis puede alcanzar su noveno oro y el cuarto consecutivo en longitudLas nadadoras Evans y Egerszegi optarán a su quinto título
De los Juegos de Atlanta pueden surgir nuevas estrellas y confirmarse las más recientes. Incluso aquellas que ya alcanzaron el oro olímpico en Barcelona. Pero habrá algunas que ya han pasado a esa categoría y pueden aumentar todavía su leyenda, porque empezaron mucho antes a escribir su gloria con letras de oro. Como mínimo buscan su tercer título, el podio de los grandes mitos, los que no podrán faltar nunca en, cualquier tratado de la historia del deporte de todos los tiempos. En la ciudad de la CNN, la Coca Cola, Martin Luther King y Lo que el viento se llevó estarán estrellas que incluso empezaron a brillar en la élite olímpica hace 12 años, en los anteriores Juegos organizados en Estados Unidos, en Los Angeles. Por el camino han dejado todo un rosario de títulos y récords mundiales, pero su mayor gloria volverá a ser la olímpica.Carl Lewis (8 oros y una plata). Sólo se clasificó para los Juegos de Atlanta en el salto de longitud. No pudo pasar en 100 y 200 metros la criba de las selecciones norteamericanas, disputadas en el mismo escenario olímpico. Pero su presencia en el relevo de 4 x 100 no está totalmente descartada. Sería un último homenaje al grandísimo campeón que podría igualar o superar el récord de medallas de oro de los legendarios Pauavo Nurmi, el atleta finlandés que logró nueve oros entre Amberes 20, París 24 y Amsterdam 28, el nadador estadounidense Mark Spitz, que sumó la misma cantidad entre Méxixco 68 y Múnich 72 (sus siete oros), y la plusmarquista total, Larissa Latynina. La gimnasta soviética sumó nueve entre los Juegos de Melbourne 56, Roma 60 y Tokio 64, más cinco de plata y cuatro de bronce.
Lewis, que el día 1 ha cumplió 35 años, ha sumado 8 medallas de oro hasta ahora: dos en 100 metros -Los Ángeles 84 y Seúl 88-, una en 200 -1984, más otra de plata en 1988-, dos en relevo 4 x 100 -1984 y 1992- y tres en longitud -1984, 1988 y 1992- Así pues, es en el salto donde puede hacer aún más excelso su palmarés, aunque lo tenga difícil pues sólo fue ya tercero en los trials. Pero con su cuarta medalla de oro consecutiva se uniría a mitos como el lanzador de disco Al Oerter -ganador en, Melbourne, Roma, Tokio y México 68- o al regatista da nés. Paul Elvstroem -vencedor en vela en Londres 48, Helsinki 52, Melbourne y Roma.-
Janet Evans (4 oros y una plata). Es la Salnikov femenina, la fondista eterna. Su irrupción en Seúl no pudo ser más espectacular. Con su imagen de colegiala aplicada, sonrisa de niña buena en cualquier película americana, ganó los 400 y 800 metros libres, además de los 400 estilos. Demostró también ser una nadadora completa. En Barcelona logró el oro en 800 y se tuvo ya que conformar con la plata en 400. .En Atlanta volverá a aspirar al triunfo en las dos pruebas, pero nuevamente en 400 tendrá a la alemana Dagmar Hase, su verdugo en 1992, como gran rival.
Kristina Egerszegi (4 oros y una plata). Ha sido la gran reina de la espalda durante casi 10 años. Era casi una niña -y más aún por su cara- cuando ganó su primera medalla de oro en Seúl. Fue en los 200 metros, porque aquellos Juegos también fueron los últimos de la RDA y, so bre todo, de Kristin Otto. Pero los oscuros métodos alemanes orientales desaparecieron y grandes figuras de la magistral natación húngara, en cambio, siguieron en la cumbre. En Barcelona, Egerszegi alcanzó la plenitud y venció en los 100 y 200 espalda, y en los 400 estilos, aunque en éstos de forma apretadísima ante la impresionante china Lin Li, ganadora de 200. En Atlanta, volverá a intentarlo en las tres pruebas.
Jacky Joyner-Kersee (3 oros, una plata y un bronce). La atleta más completa del mundo en la última década, suma tres títulos olímpicos desde Seúl 88 y cinco medallas desde Los Ángeles 84. En su primera participación olímpica hace 12 años sólo fue quinta en salto de longitud y medalla de plata en heptatlón, la prueba de la atleta completa. Ya entonces amenazaba con ser la mujer 7 del atletismo y lo cumplió. Sumó las dos medallas de oro, en heptatlón y longitud, en Seúl 88, y sólo cedió la de salto en Barcelona, donde se quedó con la de bronce. En Atlanta busca su tercer título en la prueba múltiple y su segundo en longitud, pero a sus 34 años también lo tiene difícil ante rivales como la siria Ghada Shouaa o la italiana Fiona May, campeonas mundiales, y la también incombustible alemana Heike Drechsler, que sólo participará en longitud.
Steve Redgrave (3 oros y un bronce). Es el más laureado representante de la primitiva escuela británica de remo. Ganó su primer oro en el barco de cuatro con timonel de Los Ángeles y en Seúl se permitió vencer en el dos sin timonel y sumar el bronce en el dos con timonel, siempre con Andy Holmes. Ya con Matthew Pinsent ganó nuevamente el oro en Barcelona del dos sin timonel y aspirará ahora a su cuarto título. Apenas cuatro derrotas en unas 100 regatas, con un récord de 54 victorias consecutivas y seis entorchados mundiales adornan su palmarés. El alemán Thomas Lange, doble campeón en 1988 y 1992 de skiff, el barco individual, será la otra estrella.
Alexander Karelin (2 oros). 130 kilos, 1,91 metros, dos títulos olímpicos (Seúl y Barcelona), cinco mundiales y ocho europeos de lucha grecorromana le avalan. Invicto desde 1988, este gigante siberiano de Novossibirsk es el máximo exponente de otros dobles campeones que buscarán su tercer título: el noruego Ronningen (57 kilos), también en greco, y el norteamericano Smith (62), y los rusos Fadzaev (68) -que añade la friolera de seis títulos mundiales-, y Jadartsev (90), en libre.
Naim Suleymanoglu (2 oros). 60-64 kilos sólo de peso y 1,49 metros de estatura: el pequeño gran forzudo de la halterofilia. Dos oros en 1988 y 1992, 20 más en Mundiales o Europeos y 45 récords, algunos triplicando con la carga su peso corporal. Asombroso. Su vida, además, corre pareja con sus hazañas. De la reprimida minoría turca de Bulgaria, huyó a Turquía y pasó de Suleimanov a Suleymanoglu. Pero sólo varió el apellido, no la calidad. Incluso se ha salvado de los escándalos de dopaje porque es un auténtico campeón.
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