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Profunda división de la derecha de Portugal a los 10 meses de su derrota

El primer ministro portugués, el socialista Antonio Guterres, ha ofrecido esta semana a la oposición conservadora un pacto, para alcanzar la moneda única europea en el grupo de cabeza. Su oferta, realizada durante el debate sobre el estado de la nación, sorprendia de tal manera a una oposición en crisis, dividida y enfrentada por luchas internas, que socialdemócratas y populares la ahogaron en críticas inconsistentes y desaprovecharon la ocasión para revisar los problemas nacionales de este primer curso socialista: el desempleo, la situación económica, la regionalización o las privatizacionés.El Partido Social Demócrata (PSD), de ideología conservadora a pesar de su nombre, se enfrenta a una de sus más difíciles etapas después de controlar el Gobierno en la era Cavaco, de 1985 a las elecciones del 1 de octubre de 1995. Los socialdemócratas viven un permanente enfrentamiento interno que ha sido atizado por su líder Marcelo Rebelo de Sousa, al abrir expediente disciplinario a tres destacados dirigentes. Su autoritarismo y su campaña diaria de acoso al Gobierno sin ofrecer alternativas le han catapultado hacia los puestos más bajos en los índices de popularidad. Rebelo de Sousa ha concentrado las iras de una facción muy influyente de su partido, que no le considera capacitado para encabezarlo y está dispuesta a abrir nuevamente la sucesión.

Pero el PSD no tiene el monopolio de la crisis de la derecha. El Partido Popular (PP) también atraviesa una grave división en sus filas. El diputado Paulo Portas, que compartía una dirección prácticamente bicéfala con el líder Manuel Monteiro, ha abandonado recientemente su puesto al frente de la organización. Las diferencias entre ambos han sido públicas y notorias. Ahora vendrá la lucha por el poder. La crisis de la derecha ya no admite dudas.

Un comentarista de O Independente, semanario conservador que dirigió el propio Portas, resumía el viernes el estado de los conservadores: "[La derecha] ha ido de mal a peor y ha llegado a julio partida y dividida en pequeñas facciones vociferantes y suicidas".

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