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Una prostituta lleva a los tribunales a un cliente que se negó a abonarle el servicio y atropelló a 'su proxeneta'

Un juez de Madrid investiga la denuncia de una prostituta que acusa a un cliente de negarse, a abonarle el servicio, y, encima, de atropellar con su vehículo a un amigo que se acercó al coche para exigirle el dinero pactado.El acusado, E. N., de unos 30 años, solicitó hace dos semanas los servicios de B. R., de 17. El acusado se acercó de madrugada con su vehículo a la calle del Capitán Haya. Tras preguntarle el precio, pidió que subiese al coche. Ella le dijo que lo que él deseaba -hacer el amor- costaba 6.000 pesetas. No puso ninguna pega y ambos se marcharon en el coche. Tras prestarle el servicio, la chica, le pidió las seis mil pesetas pactadas y que, la llevase a la calle del Capitán Haya, donde la había recogido.

El hombre, corpulento, aceptó llevarla, pero no quiso pagar, según la versión de la chica. Al llegar al destino, la prostituta volvió a insistirle, sin éxito, en que le pagase. Un amigo de la chica que estaba en la zona (se supone que su proxeneta, según fuentes jurídicas) se percató de los gestos de enfado de su amiga. La chica le contó las desavenencias y se dirigió a la ventanilla del coche para pedirle que abonase el dinero. Se inició entonces una fuerte discusión entre ambos y el automovilista pisó a fondo el acelerador. El amigo de la prostituta intentó detener el vehículo, pero al ver la súbita embestida del vehículo, se lanzó a un lado para esquivarle. Fue golpeado y arrollado aunque, según estas fuentes, por suerte sólo sufrió heridas leves.

La matrícula fue vista por la chica y el agresor fue localizado casi de inmediato. Vivía en Coslada.

Según fuentes jurídicas, el agresor ha reconocido haber estado con la chica, pero, según él, no debía abonarle nada porque no le prestó ningún servicio: se arrepintió a mitad de camino, cuando se dirigían a un lugar reservado, por lo que decidió llevarla de nuevo a Capitán Haya. Al llegar vio que, un hombre se acercaba con un ladrillo y le insultaba. Tuvo miedo y pisó a fondo el acelerador. El hombre se puso en medio y, sin querer, le dio un golpe con el coche. La chica le desmiente, asegura que sí prestó el servicio y no le pagó.

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