La protesta contra la plaza de toros de Leganés pierde fuelle
"Bienvenidos a la ciudad de la tortura y la muerte", es el texto de la pancarta que colocaron ayer junto al edificio municipal de la Casa del Reloj el medio centenar de jóvenes que se concentró para protestar contra la construcción de la plaza de toros de Leganés. Al contrario que en las dos manifestaciones anteriores, no hubo ni gritos ni ataques contra las obras. Hace un mes amenazaron con "volver con dinamita" al albero. Francisco Martín, miembro del grupo Europa por la Abolición de los Toros, justificó la escasa asistencia por "problemas de información".En el otro frente, el de las críticas a los bares de copas previstos bajo las gradas de la plaza, tres asociaciones de vecinos y la de hosteleros continúan firmes en denunciar que producirá problemas de ruidos, de aparcamientos y de convivencia. La entidad vecinal más cercana, la de la zona centro, exige en una moción, que se debatirá en el Ayuntamiento la próxima semana, un referéndum sobre la plaza. PSOE, y PP, que apoyaron la construcción, presentarán una propuesta para modificar el plan general, con lo que se permitiría albergar todo tipo de establecimientos comerciales en zonas como la plaza de toros.
