Lopez Garrido recoge sus primeras críticas por la reunión con el PSOE

Diego López Garrido cató ayer su primer sorbo de amargura al frente del recién creado Partido Democrático de Nueva Izquierda (PDNI). Dirigentes del partido le hicieron llegar su disgusto y su rechazo por la forma en que se había acordado la reunión entre dirigentes del PDNI y Felipe González, secretario general del PSOE. Durante todo el día el propio López Garrido y Juan Berga intentaron explicar que se trataba de uno más de los contactos que esta nueva organización había venido manteniendo con fuerzas progresistas. La calma llegó, sin embargo, al encuentro que en la tarde de ayer mantuvo la dirección del PDNI.La voz más dura fue la de Jerónimo Andreu, ex diputado de IU y uno de los promotores del PDNI. No acudió ayer a la reunión, aunque habló con López Garrido y le hizo llegar su "indignación y rechazo". Andreu afirmó: "No me gusta ni la reunión ni el método empleado. No podemos servir como caja propagandística de Felipe González". En cualquier caso, Andreu subrayó: "mi apuesta es Izquierda Unida y lo que Nueva Izquierda haga debe ir por ahí". Si la reunión se produce, dijo, "hay que plantear a González la necesidad de resolver Córdoba y Málaga y la entrada de IU en el Gobierno andaluz. Y que se abra el diálogo con IU".

Dentro de IU las reacciones fueron desde la sorna de Francisco Frutos -"los afines tienen que verse"-, hasta la "normalidad" de la que Anguita hizo gala: "Me parece normal que expliquen su proyecto. Pero eso es una anécdota, una cuestión de quinto orden".