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Arroyomolinos toma la torre

El Ayuntamiento recalifica terrenos para quedarse con el monumento medieval

Vicente González Olaya

De la historia de Arroyomolinos (2.200 vecinos) quedan pocas cosas. Los siete molinos que le dieron nombre son, desde hace siglos, un montón de escombros o han desaparecido. La torre mudéjar que se alza a las afueras es el único rastro de una época dominada por estirpes nobles ya desaparecidas. Quizá por ello, el pueblo siempre ha deseado poseer el monumento. Y es que la torre, hasta ahora de la marquesa de Villel, recordaba a los vecinos que la historia no les pertenecía del todo. Pero ahora, el Ayuntamiento ha recuperado mediante un convenio urbanístico que convierte en urbanizables 35,6 hectáreas de la marquesa de Villel, quien a cambio ha cedido la fortaleza.El alcalde, Víctor Gómez Pozas, del PSOE, considera que la recuperación del torreoón "ha sido un aconteciminto". "Era una especie de espina en el corazón de los vecinos. Queremos restaurarla por completo y dedicarla a biblioteca municipal y dependencias de cultura". El Ayuntamiento, en el último Plan Regional de Inversiones de Madrid (Prisma) -que reparte 60.000 millones de pesetas entre los municipios-, pidió 40 millones para rehabilitarla.

El torreón de Arroyomolinos (19,4 metros de altura) fue edificado, según archivos municipales, en 1478 por el noble Gonzalo Chacón. Tiene cuatro plantas de estilo mudéjar en ladrillo. Imita la torre del homenaje de los castillos próximos, pero jamás tuvo ni murallas que lo rodeasen ni aspilleras que repeliesen los ataques., Lo más que tuvo fue un foso (ya tapado) y unas dependencias, también desaparecidas, donde vivían los sirvientes. En su interior, se conservan aún los blasones de los Chacón y de los Reyes Católicos, que lo asaltaron cuando uno de sus propietarios se rebeló contra la Corona. A partir de entonces, pasó de unas casas nobiliarias a otras.

La propiedad de la tierra siempre ha sido un problema en este pueblo. El 81% del término municipal se divide entre tres casas nobiliarias y una sociedad extranjera. Quizá por ello, nunca ha habido demasiado terreno disponible para construir, por lo que el urbanismo en Arroyomolinos se ha convertido en una excepción en el masificado sur. A escasos kilómetros de Móstoles (199.400 habitantes) y Fuenlabrada (160.580 habitantes), Arroyomolinos ha crecido de manera armónica. En este municipio está prohibida la construcción de bloques y se ha suprimido la tercera altura. No obstante, ha logrado pasar de los 303 habitantes de 1986 a los 2.200 este año. Espera alcanzar más de 4.000 en menos de un lustro. Y todo gracias a la torre. Con la recalificación de los terrenos se podrán construir 400 chalés más. De su paisaje llano sólo destacará la torre, ya en manos del pueblo.

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Sobre la firma

Vicente González Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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