La segunda oportunidad

Dentro de 19 días comenzarán los Juegos Olímpicos de Atlanta y todo parece indicar que la inercia de los éxitos de Barcelona se puede mantener. El nivel del deporte español sigue a una altura respetable y buena prueba de ello es que, aparte de los nuevos aspirantes, la mayoría de los medallistas en 1992 volverán a repetir candidatura. De los 22 que subieron entonces al podio -aunque Arantxa Sánchez lo hizo dos veces con su plata en dobles y el bronce en individual- estarán 15 -un 68%-, salvo incidentes de última hora y ya con la única posible, pero difícil, incorporación del pertiguista Javier García Chico.Sólo dos de los oros no se han clasificado: la yudoka Miriam Blasco, y el equipo de tiro con arco, Menéndez, Holgado y Vázquez, que se hundieron después de su éxito y ni siquiera el último, que se mantuvo mejor, ha recibido una wild-car, plaza de invitación individual por parte de la federación internacional. La marcha del magnífico y duro entrenador ruso que llevó al equipo al éxito, fue decisiva.

Miriam ha luchado toda la temporada por clasificarse, tras quedar fuera de las ocho primeras de los Mundiales de Japón, en octubre de 1995. Pero al final no lo ha conseguido. Ya en la categoría de los 61 kilos -en Barcelona ganó en 56- ha tenido que ceder a Sara Álvarez la opción de ocupar la única plaza olímpica en su peso. Sara lo refrendó en los recientes Europeos de La Haya. A ellos, al no poder participar más que un representante por país y peso, la Federación Española decidió que sólo fuera la que estuviera por delante en la clasificación de pruebas anteriores. Y Sara iba tercera, con 100 puntos de ventaja sobre Miriam, sólo sexta.

La campeona olímpica decidió continuar su reto en la élite hasta Atlanta, aunque poco después después de Barcelona ya tuvo la tentación de abandonar al haberlo conseguido todo. El año anterior había ganado también el título mundial. Pero la atracción por la competición la empujó a seguir, pese a ejercer ya como entrenadora, su dedicación plena ahora tras la retirada definitiva. Y una entrenadora de lujo, pues tiene a su cargo a dos posibles medallas en Atlanta, las ya clasificadas y laureadas Yolanda Soler (48 kilos), de nuevo campeona de Europa por tercera vez consecutiva, e Isabel Fernández (56).

Otras ausencias en la próxima cita olímpica serán cuatro de las siete medallas de plata de 1992: Natalia Via-Dufresne, la única ausencia en vela al ser desbancada por Helen Montilla en la clase Europa; el tenista Jordi Arrese, muy lejos ya de su forma de 1992, muy al estilo Guadiana de tantos jugadores españoles; Carolina Pascual, desaparecida como es casi inevitable en un plazo de cuatro años para las gimnastas de rítmica; y el boxeador Faustino Reyes, que tras haberse clasificado sólo Rafael Lozano en los Europeos, no recibió finalmente una plaza de invitación.

La mayoría que vuelve

Los restantes ganadores de medallas de oro individuales en Barcelona volverán a estar en Atlanta. En atletismo, Fermín Cacho, que quedó entre los ocho primeros de los Mundiales de Gotemburgo, en agosto de 1995, y el marchador Daniel Plaza, que logró la mínima de los 20 kilómetros marcha el pasado 19 de abril en La Coruña. En natación, el impresionante Martín López Zubero. En, yudo sí competirá Almudena Muñoz, que se ganó su plaza directamente en los Mundiales, y en ciclismo José Manuel Moreno, que defenderá su título del kilómetro o, si lo hace Escuredo, correrá en velocidad. En vela, Jordi Calafat-Francisco Sánchez Luna, en 470, y José María Van der Ploeg, en finn, repetirán nombres y clase, mientras Teresa Zabell, en 470, ha cambiado de compañera, Patricia Guerra, por Begoña Via-Dufresne, y Luis Doreste incluso de barco, soling. Los mayores cambios, en cualquier caso, serán lógicamente en los equipos de fútbol y hockey hierba femenino, también clasificados.Entre las medallas de plata de Barcelona, la selección de waterpolo ya obtuvo su pasaporte y el decatleta Antonio Peñalver ha tardado en conseguirlo.

García Chico, bronce en pértiga, es el último medallista que aún puede conseguir plaza. Pero lo tiene difícil. No está bien, sólo llega a 5,40 -como ha vuelto a hacer en los Nacionales- y le hacen falta dos 5,60 o un 5,70 en las dos reuniones de Alcalá (día 7) o Sierra Nevada (10).

Quienes no han debido pasar criba alguna son Arantxa y Conchita, plata en dobles en 1992, además del bronce de Arantxa en individual. Números dos y tres del mundo, volverán a ser ejemplos elocuentes de que la élite de Barcelona está bastante intacta.