ETA designó interlocutores entre sus presos para un posible diálogo tras el secuestro de Ortega

Dos presos de ETA, Jesús María Zabarte Arregi y Henri Parot, veteranos militantes de la banda terrorista, fueron designados hace varios meses interlocutores de la organización ante el posible inicio de un proceso de diálogo con el Gobierno. El presidente del Partido Nacionalista Vasco (PNV), Xabier Arzalluz, reveló ayer que ETA "tiene señaladas personas que, llegado el caso de un diálogo o de una negociación, son interlocutores válidos". "Tres de esas personas", añadió, "están en cárceles españolas". Según ha podido saber, este periódico, los nombres de Zabarte y Parot los puso la dirección de ETA sobre la mesa tras el secuestro del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, a finales de enero.

La banda envió, días después de secuestrar a José Antonio Ortega, un mensaje al Gobierno socialista con la exigencia de reagrupar a presos en cárceles de Euskadi y puso énfasis en que tanto Zabarte como Parot debían ser traslalados a una misma prisión, como futuros interlocutores para un posible diálogo.La vía de la interlocución quedó abierta el martes pasado tras la reunión de la Mesa del Pacto de Ajuria Enea. Ayer, sin embargo, Herri Batasuna arrojó sobre estas expectativas un jarro de agua fría al rechazar los términos de la propuesta y negar que constituya "una salida real al conflicto". Aun así, el líder del PNV, Xabier Arzalluz, se mostró abiertamente partidario del diálogo, si bien precisó que hay que hacerlo "en silencio y por debajo".

En declaraciones a Radio Nacional, Arzalluz defendió la discreción como herramienta ideal para avanzar en la salida negociada que propugna el artículo 10 del Pacto de Ajuria, Enea, punto que fue revalidado en la última reunión de la Mesa del martes. También Abel Matutes, ministro de Exteriores, se pronunció ayer por "un mínimo diálogo" si ETA asume, dijo, las condiciones que se le. exigen: que deje de matar y libere a Ortega.

El perfil de los dos etarras cuyos nombres conoce este periódico es muy distinto del que ofrece Eugenio Etxebeste, Antxón, actualmente deportado en Santo Domingo, elegido por la banda como interlocutor durante las conversaciones de Argel, en 1988, las únicas de entidad que ETA ha mantenido con una representación del Gobierno. Etxebeste es un ideólogo, procedente de las filas de ETA político-militar, alejado de los avatares de la actividad terrorista directa. Cuando fue requerido para sentarse en la mesa de Argel estaba deportado. Zabarte y Parot, por el contrario, han sido militantes de ETA dedicados exclusivamente al terrorismo. Zabarte lleva 11 años en prisión, y Parot 5. A ambos se les considera en posiciones duras.

Jesús María Zabarte Arregi, de 51 años, natural de Mondragón (Guipúzcoa), fue detenido por vez primera en septiembre de 1973, en Bilbao. Pero no llegó a ser juzgado de la acusación, entre otros delitos, de participar en el secuestro del empresario navarro Felipe Huarte Beaumont. Fue amnistiado tras la muerte del general Franco. Pese a ser de la misma hornada de ETA y de la misma localidad que el mítico dirigente Txomin Iturbe Abásolo, que le introdujo en la organización en 1967, nunca tuvo el carisma de éste, muerto accidentalmente en Argel en 1986. Su segunda detención, en junio de 1984, en Hernani (Guipúzcoa), fue espectacular. La Guardia Civil rodeó el edificio en el que se habían refugiado varios etarras. El asedio duró horas. Dos de los activistas murieron en el enfrentamiento, un guardia civil resultó herido, y Zabarte, también herido, acabó entregándose. Ya detenido, admitió que preparaba un atentado contra el entonces ministro del Interior, José Barrionuevo. Ha sido condenado por varios asesinatos. Henri Parot, ciudadano francés, fue miembro del sangriento comando itinerante de ETA hasta su detención en abril de 1990 cerca de Sevilla. Pertenece a una generación de etarras posterior a la de Zabarte. Entre los atentados que se le atribuyen figura el perpetrado contra la casa cuartel de la Guardia Civil en Zaragoza, en 1987, en el que murieron 11 personas, entre ellas seis niños.