Inglaterra y Alemania firman la paz
Venables y Vogts rodean su duelo de semifinales de un tono conciliador
En las torretas del hotel Landmark, la victoriana residencia de la selección alemana en Londres, ondeaban la Union Jack inglesa y la tricolor de Alemania. Desde Marylebone Road parecía una señal de amistad en la víspera del partido que disputarán los dos equipos en Wembley. Después de otra feroz campaña de agitación, los tabloides londinenses consiguieron el efecto contrario. Las voces más reflexivas del país se han levantado contra la estupidez y el sectarismo. El efecto de la protesta de la clase periodística y política ha conducido al encuentro a sus justos términos: un partido trascendente, colorista, apasionante por la historia de las dos selecciones, pero un partido.Incluso ayer hubo menos reiteración de la famosa final de la Copa del Mundo de 1966. En un raro gesto de ironía y buen humor, el seleccionador alemán Berti Vogts se refirió a aquel partido. "No nos preocupa el pasado. Cada partido es diferente. Además tenemos la suerte de que no hay un linier ruso". Se refería naturalmente a aquel Bakramov que concedió el gol fantasma de Geoff Hurst, tercero del equipo inglés en la final con los alemanes.
En la mejor tradición alemana, Vogts comenzó su conferencia de prensa cinco minutos antes de la hora anunciada. Cerca de 200 periodistas se habían reunido en el gran salón del hotel y un enjambre de cámaras se disputaban el sitio para conseguir las mejores tomas. Esta claro que el fútbol arrastra.
Vogts habló con más tópicos que otra cosa. Sus mayores precisiones fueron para lamentarse de la ausencia de cuatro futbolistas, "cuatro jugadores sustanciales del equipo", según sus palabras. Son Jürgen Kohler -"un defensa difícil de encontrar en el mundo" - Kinsmann, Bobic -máximo goleador de la Bundesliga- y Mario Basler, Supermario, el poderoso interior derecha del Werder.
Sobre Klinsmann hay mucho misterio. El estiramiento que sufre le obliga a dos semanas de baja, pero Vogts se cuidó de descartarlo para el partido de hoy: "Me temo que no podrá jugar, pero con el equipo médico y los fisioterapeutas que tenemos todo es posible". Con este panorama, el técnico alemán dijo que Inglaterra salía como favorita en el partido de esta tarde en el estadio de Wembley.
Vogts señaló que se había reunido con todos sus jugadores y les había felicitado por el torneo que habían realizado. Parecía tranquilo. Apenas expresó emoción alguna en sus respuestas y, muy alemán, advirtió a los periodistas que su equipo no se deja impresionar fácilmente por el ambiente. "Alemania está acostumbrada a jugar semifinales y finales. Es un partido más de la Eurocopa", añadió.
Precisiones
Sus mayores precisiones estuvieron relacionadas con el estado de los jugadores. Negó que Moller hubiera jugado mal los dos últimos partidos -"Se ha ofrecido más, ha pedido más la pelota, pero se sorprendió de la tremenda dureza de la defensa croata. Espero que el árbitro proteja a los jugadores de clase"-, indicó que ha mejorado el estado de ánimo de Hassler, el único alemán que parece vulnerable a las miserias de la mente, y se enorgulleció del torneo que ha efectuado Matthias Sammer.Fuera de eso, Vogts estuvo diplomático con todo el mundo, también con su colega Terry Venables, el seleccionador inglés. "Le he pasado informes de Georgia y Moldavia, para la fase de clasificación del Mundial 98", declaró en tono conciliador.
En las filas inglesas ha vuelto el realismo. Después del cohetazo frente a Holanda, el partido con España ha puesto en su sitio a un equipo que ha demostrado una gran capacidad de sacrificio para sacar los partidos, pero que presenta grandes lagunas técnicas. Inglaterra, cuya hinchada vive este partido con una ansiedad indescriptible, no tiene más baja que Howie, uno de los suplentes del central Adams.
Todo lo demás son buenas noticias para Venables. Jamie Redknapp, el excelente centrocampista del Liverpool, parece recuperado de su lesión en el tobillo. Y Paul Ince vuelve a la titularidad después de cumplir la sanción que le impidió jugar frente a España el partido de cuartos de final.
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