Músculo contra músculo
Francia y la República Checa, los equipos más duros del campeonato, se juegan una plaza en la final
Francia: 28 partidos consecutivos sin perder. República Checa: verdugo de Rusia, Italia y Portugal. El cartel de la primera semifinal de la Eurocopa.(TVE-1, 17.00) presenta a dos equipos resucitados. Dos países que tras unos cuantos años de tinieblas -sobre todo los checos-, aspiran hoy a disputar la segunda final de su historia. Los checos ganaron la edición de 1976 y los franceses la de 1984.
Los dos equipos han alcanzado la semifinal con estilos muy similares, apoyados en un fútbol en el que predomina la fuerza por encima de todo. Francia ha aparcado aquel fútbol de alta costura que enamoraba en los ochenta con Platini al frente, para dar paso a un grupo combativo y rocoso. Tan áspero que se trata del equipo que más faltas ha cometido en el torneo (95), una media de 23,7 por partido. Los checos no se quedan atrás. Sus encuentros son tortuosos. Arrojan un dato espeluznante: en cada de uno de sus cuatro se han señalado, a favor o en contra, un promedio de 41 faltas. Son, además, los más tarjeteados del campeonato, con cuatro cartulinas por partido. Pese a todo, Francia sólo ha recibido ocho.
Aime Jacquet, el seleccionador francés, no podrá contar con Christian Karembeu - sancionado - y Christophe Dugarry -lesionado-. Amante de un fútbol industrial en la media cancha, Jacquet parece dispuesto a adelantar la posición de Desailly, hasta ahora de central. En ese caso, es previsible que Alain Roche, el experto jugador del París Saint Germain, ocupe una plaza en la defensa.
En la concentración francesa, convulsionada en los últimos días por los ataques del político ultraderechista Jean-Marie Le Pen a los jugadores de las colonias francesas, se observa un enorme respeto por los checos. "Son explosivos, dinámicos e incisivos; defienden muy agrupados y vuelan cuando salen al contraataque", afirmó ayer Jacquet. Desailly se expresó en los mismos términos: "Tenemos que respetarles al máximo, porque estamos tremendamente sorprendidos de que hayan llegado hasta aquí, porque todos esperábamos a Italia".
Los checos se muestran menos cautelosos y dan por hecho que tienen tantas opciones como los franceses. Su extraordinario campeonato les ha aupado anímicamente y son conscientes de que ya han logrado una proeza. Estos días, su técnico, Dusha Uhrin, ha recordado que son el equipo que más cerca ha estado de batir a Francia en los últimos tiempos. Fue en un amistoso en Burdeos hace año y medio, cuando la República Checa legó a disponer de un 0-2 que los franceses equilibraron a falta de pocos minutos. "Ahora somos mucho mejores que entonces y ya estamos al nivel de Francia", ha dicho Uhrin.
Muchos de sus jugadores han hecho enloquecer a buena parte de los grandes intermediarios del fútbol europeo. La Eurocopa no sólo les ha sacado del anonimato del fútbol checo, sino que les ha colocado en las grandes bolsas de las ligas italiana, española e inglesa. Uhrin no podrá contar hoy con cuatro de sus titulares fijos, los defensas Latal y Suchoparek, el medio defensivo Bejbl -una de las sensaciones del torneo- y el delantero curtido en la Bundesliga Kuka, todos ellos sancionados. Al menos, recupera a su mejor jugador del centro del campo, Nedved, un futbolista extraordinario, muy equilibrado con la pelota y con un enorme recorrido. Junto a Poborsky y Smicer, lo mejor de un equipo que no sólo ha trastocado la Eurocopa, sino que ha disparado las alarmas en la selección española. España se jugará con la República Checa y la potente Yugoslavia su presencia en el Mundial de Francia de 1998.
Y Manchester, la sede de esta semifinal, es una ciudad empapelada con la imagen de Eric Cantona, el futbolista más idolatrado de la ciudad desde los tiempos del irreverente Georgi Best. Su cara y sus cuellos de cisne son una sombra permanente: se reproduce en las farolas, los escaparates, los anuncios de carretera... un mal escenario para Francia, sentenciada por la hinchada del United. El veredicto es elocuente: Jacquet es culpable de que "Eric, el rey" -como le conocen todos- no desfile hoy por su casa.
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