"En cada esquina de Madrid hay una canción escondida"

Es tal y como uno se lo imagina: un hombre sencillo, de ojos vivos, chispeantes, que suelta chascarrillos y ríe sin complejos. Tal vez por ello se haya ganado en los más de 30 años que lleva cantando el cariño del público y el respeto de sus más jóvenes compañeros que le dicen desde un disco aquello de Serrat ... eres único. Con cierta resignación y coquetería masculina, Joan Manuel Serrat cuenta que, a pesar de sus 52 años, sigue siendo imperfecto y que las musas continúan olvidándose de él. A pesar de ese olvido y esa imperfección, el cantautor catalán lleva escritas más de 300 canciones y este año emprenderá una gira por toda España, que iniciará el 8 de agosto en Gijón (Asturias), acompañado de un puñado de buenos amigos: Víctor Manuel, Ana Belén, Joaquín Sabina y Miguel Ríos. La cita en Madrid será el próximo 12 de septiembre en la plaza de toros de Las Ventas. Además, Serrat acaba de ser elegido por un grupo de mujeres, las que forman el Club de las 25, hombre del año.

Pregunta. ¿Por qué cree que le han dado este premio?

Respuesta. Pues, simplemente por cariño, no le veo otra explicación. A mí sólo me pueden dar un premio por cariño y porque la gente me quiere, nada más que por eso. Nunca será por méritos propios.

P. Es usted muy humilde.

R. No es humildad, es la verdad. Yo no soy un tipo muy brillante, soy una persona más bien imperfecta, que sólo intenta disfrutar de las pequeñas cosas cotidianas.

P. La mayoría de las letras de sus canciones hablan del amor.

R. Es que es una de las palabras, junto a la palabra paz, más bonitas que existen. Soy más poeta que prosista, y cuando escribo una letra me gusta acercarme a las emociones y las emociones siempre son las mismas. Pero creo que lo difícil no es amar, sino mantener ese amor vivo. Yo intento mantenerlo día a día por mi mujer, mis tres hijos, mi familia, mis amigos.

P. En una palabra, es usted un romántico.

R. Mucho, pero soy un romántico en el sentido de Larra y no en el de Corín Tellado.

P. Los madrileños le respetan.

R. Vengo bastante y noto que la gente me quiere. Forma parte del recorrido de mi vida y le tengo un gran afecto. En cada esquina de Madrid hay una canción escondida.

P. ¿Qué le atrae de esta ciudad?

R. Lo que más me gusta es la parte vieja, mucho más que los rascacielos de la zona de Azca que pretenden imitar a Manhattan. Prefiero el Madrid de a pie, los tejados, las tiendas de oficios, las cacharrerías... Lo que sabe a pueblo, eso es lo que más me interesa.