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EURO 96

Traseros y banderas en Trafalgar

Los seguidores ingleses celebran la victoria en su fuente

Los turistas de paseo por Londres gozaron anoche de un atractivo extra. La plaza de Trafalgar ofrecía, con un lleno de hinchas de la selección inglesa hasta la bandera -de Nelson se entiende- un espectáculo mitad abrumador, mitad terrorífico. En una de las fuentes de la plaza más emblemática de la capital británica, uno de los entusiastas seguidores del equipo de Terry Venables había optado por despojarse de toda la ropa, es decir del calzoncillo con la Union Jack que había vestido durante los últimos minutos. Era su forma de expresar la inmensa satisfacción de un país que, tras el triunfo sobre el equipo de España, está seguro de conquistar incluso el trofeo.Desde los autobuses urbanos, un público algo atónito disparaba las cámaras de fotos hacia el sujeto en cuestión, sin entender muy bien las razones del destape con una temperatura primaveral de unos 16 grados. Acaso a los turistas el triunfo sobre España no les parecía una hazaña digna de tan abrumadora celebración. Craso error.Anoche en Trafalgar Square las muchedumbres parecían confirmarlo. Banderas de San Jorge, en rostros, camisetas, y calzoncillos, salpicadas con alguna enseña británica -aunque los hinchas estaban seguros de que los escoceses habían apoyado a España-, teñían de rojo y blanco un escenario de por sí folklórico. Algunos conductores de automóviles, entre el trasiego de autobuses y taxis negros, hacían sonar el claxon balanceando peligrosamente desde las ventanillas, más banderas, muchas más banderas. ¿Acaso España no le había dado una lección a Inglaterra en el estadio madre de todas las batallas? La pregunta, por supuesto, requería una traducción menos directa, aunque los vapores del triunfo evitaban cualquier riesgo de enfado por parte de los hinchas. Por ejemplo, Ken Bailey, de 45 años, vecino de Chiswick, a las afueras de Londres, era capaz de reconocer que Inglaterra no había estado tan brillante y arrolladora como contra Holanda. Pese a lo cual, saltaba y cantaba con el resto de la tropa.

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