"Los políticos sin ideas exageran lo autóctono"
Casi todos los ensayos y novelas que ha escrito Mariano Sánchez Soler (Alicante, 1954) están ambientados en Madrid, ciudad "por encima de todo literaria", adonde llegó en 1972 para estudiar Periodismo y donde trabaja, en la revista Tiempo, desde hace 13 años. Ha vivido en un montón de barrios distintos y le gusta frecuentar Lavapiés. Huye todos los fines de semana a Alicante. Allí viven su mujer y sus. hijas, pero asegura que siempre necesita volver.Su última novela, Para matar, refleja el Madrid de finales de los setenta, de las movilizaciones estudiantiles, enmarcado en una trama policiaca de ficción y basada en el asesinato por militantes de la ultraderecha, en febrero de 1980, de la activista estudiantil Yolanda González. íntima amiga suya y compañera de lucha, estuvo con ella, sin sospechar la tragedia que les acechaba, 24 horas antes de su muerte.
Pregunta. Usted ha escrito muchos libros situados en el contexto de la transición pero ha tardado 16 años en publicar la historia de una muerte que vivió en directo.
Respuesta. El asesinato de Yolanda me golpeó brutalmente. Tenía 26 años, y desde entonces sabía que tenía que escribir sobre ello.No he pretendido criminalizar a nadie, sino explicar el fenómeno. Por eso los nombres y casi todos los lugares que se mencionan son ficticios. La literatura es la mejor forma de que perdure la historia de aquella generación que ahora rondamos los 40 años.
P. En estos últimos meses han muerto cinco jóvenes en Madrid. Hace 20 años se moría por móviles políticos y ahora se mata en la puerta de las discotecas.
R. La cuestión fundamental es que los grupos violentos se han renovado, pero actúan con las mismas ideas demenciales y fanáticas. En el fondo hay siempre un móvil de fascismo político, o social, y en todo caso es una forma de odio al diferente y de recurrir a la violencia para zanjar los problemas.
P. Debe tener la sensación de que esta ciudad es peligrosa.
R. En absoluto. El lugar más seguro del mundo es el centro de Madrid a las cinco de la madrugada.
P. ¿El Madrid donde nadie se siente extranjero le suena a tópico?
R. Sí, pero a veces los tópicos son reales. El peligro en Madrid es el madrileñismo que exhiben algunos políticos de derechas que ahora gobiernan. Cuando los políticos carecen de ideas tienden a exagerar lo autóctono, y esta ciudad, que siempre ha sido abierta, corre el riesgo de encerrarse por efecto de la xenofobia que los políticos profesionales y otros, como los presidentes de clubes de fútbol, conscientes o no, provocan.
Para matar. Ediciones Vosa. 1.200 pesetas.
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