Yeltsin dice que Rusia no necesita más revoluciones y que él es la estabilidad

"Rusia no necesita más revoluciones", afirmó ayer en San Petersburgo un exultante Borís Yeltsin, que mantiene que votarle a él es votar por la estabilidad. "¡No debemos parar, no debemos volver atrás! No debemos permitir que se restaure el viejo orden, sino poner orden en nuestra nueva vida", clamó el presidente ruso en clara advertencia contra el voto comunista. Con su líder, Guennadi Ziugánov, deberá enfrentarse Yeltsin si, como predicen las encuestas, vence pero no supera el 50% de votos necesarios para que no haya segunda vuelta.

El presidente ruso afronta esta última etapa de campaña para las elecciones del domingo con dos encuestas que le dan como claro vencedor. Ambas le conceden 11 puntos de ventaja a Yeltsin sobre Ziugánov -36% contra 24% y 34% contra 23%, respectivamente-, pero muestran al presidente muy lejos todavía del 50% de los votos.Ziugánov no será el día 16 la única preocupación de Yeltsin. Los guerrilleros chechenos tratarán de impedir por la fuerza la celebración de los comicios al Parlamento local este domingo, que el régimen promoscovita de Grozni se ha negado a cancelar, aunque ello signifique romper los acuerdos firmados en Nazrán. Esto se desprende de las declaraciones hechas en Chechenia por el líder independentista, Zelimnján Yandarbíev, y en Moscú por Iván Guerijánov, un alto dirigente separatista. La noticia, unida al asesinato del alcalde de la ciudad de Zhukovski, ocurrido ayer, y al reciente atentado en el metro, ha hecho aumentar el temor de que las elecciones presidenciales del domingo se vean empañadas por la violencia.

"Estarnos dispuestos a todo para impedir las elecciones a la Asamblea del Pueblo", dijo ayer Yandarbíev en las montañas chechenas en una conferencia de prensa en la que participó el famoso comandante guerrillero Shamil Basáiev. Y Guerijánov, presidente del Tribunal Constitucional de los separatistas, advirtió en la capital rusa: "Si el 16 de junio se celebran los comicios, nos sentiremos libres de las obligaciones contraídas en Nazrán".

El lunes pasado, guerrilleros y autoridades federales firmaron unos acuerdos en los que fijaron las etapas en las que se realizaría la retirada de las tropas rusas y el desarme de los independentistas. Las partes manifestaron que sólo después de la desmilitarización de Chechenia podían efectuarse las elecciones a los órganos locales de poder con la participación de todas las fuerzas políticas y bajo control internacional. Sin embargo, el régimen promoscovita de Doku Zavgáiev reiteró anteayer que los comicios legislativos se celebrarían como estaba previsto.

La crisis desatada por Zavgáiev puede resolverse si el Kremlin le presiona para que dé marcha atrás y postergue las elecciones. Pero, por el momento, no hay indicios de que lo hará. Más aún, Oleg Lóbov, el secretario del poderoso Consejo de Seguridad de Rusia, apoyó ayer abiertamente a Zavgáiev.

El nerviosismo reinante en vísperas de las elecciones presidenciales aumentó ayer tras el asesinato de Víktor Mosol, alcalde de Zhukuvski. Esta ciudad, ubicada a sólo 32 kilómetros al suroeste de Moscú, es famosa por sus centros de investigación dedicados al diseño de aviones.

"El objetivo de este nuevo acto terrorista perpetrado contra un representante del poder es evidente: asustar a la gente", se dice en la nota distribuida por el servicio de prensa de Yeltsin como respuesta al asesinato de Mosol.