Yeltsin y Ziugánov sacan partido electoral al atentado en el metro de Moscú
El presidente de Rusia, Borís Yeltsin, y el líder comunista, Guennadi Ziugánov, su principal rival en las urnas el próximo domingo, condenaron ayer, cada uno por separado, el atentado que la noche anterior causó cuatro muertos e hirió a una docena de personas en el metro de Moscú. Ninguno de los dos principales candidatos a la presidencia de Rusia pudo resistir la tentación de sacar partido político de esta tragedia, que nadie ha reivindicado y que incrementa la tensión existente en la capital rusa en vísperas de los comicios. El presidente exhortó a sus conciudadanos a no dejarse provocar y señaló que la mejor respuesta a las artimañas de los terroristas será acudir a votar en las elecciones presidenciales de este domingo.
Según una nota del servicio de prensa presidencial, Yeltsin está "profundamente conmovido" por el acto terrorista, que calificó como "acción salvaje y bárbara", dirigida a "desestabilizar la situación en la capital y a crear una atmósfera de inseguridad y miedo en Rusia". Yeltsin, de cuya llegada al poder se cumplían ayer exactamente cinco años, prometió que se tomarán las medidas necesarias para mantener el orden constitucional, la disciplina y la tranquilidad en el país.Más tarde, sin embargo, el presidente añadió una nueva declaración con "alusiones políticas" a sus primeras reacciones, de tono neutral y equilibrado, según reconocieron fuentes del Kremlin. "De nuevo nos quisieron asustar, y los que quieren reventar las elecciones están dispuestos a cometer crímenes. La patria río se lo perdonará. Ellos no tienen futuro", dijo Yeltsin en un multitudinario mitin junto a las murallas del Kremlin.
Por su parte, Guennadi Ziugánov señaló ayer ante un auditorio repleto de estudiantes de la Universidad Estatal de Moscú que el atentado del metro es la continuación de la línea de caos" que reina en Rusia en los últimos tiempos. El líder comunista, que fue bien acogido por los estudiantes, salió al paso de las declaraciones del alcalde de la capital, Yuri Luzhkov, quien había etiquetado la explosión del metro como un acto político, perpetrado por "bandidos". Luzhkov, que con toda seguridad será reelegido como alcalde en las elecciones municipales del domingo, calificó el incidente como un intento de las "fuerzas reaccionarias" para reventar las elecciones.
"El terrorismo y la criminalidad no tienen color político", dijo Ziugánov, quien pidió que se tomen medidas oportunas y efectivas de seguridad y que se observe la presunción de inocencia y la práctica jurídica reglamentaria antes de hacer "valoraciones prematuras". Ziugánov criticó a Yeltsin por no haber firmado la ley contra la criminalidad organizada y contra la corrupción, que, según dijo, habían recibido el visto bueno de los órganos policiales, los tribunales y la fiscalía. El líder comunista acusó a Yeltsin de ser incapaz de dar este paso para la efectividad de la lucha contra el terrorismo.
La dirección del Partido Comunista exhortó a los órganos del orden público a "aclarar rápidamente" las responsabilidades en el atentado en un comunicado del que informó la agencia Interfax. "Ninguna provocación de los extremistas podrá impedir que los habitantes de la capital y todos los ciudadanos de Rusia participen activamente en las elecciones", señala el comunicado, que expresa condolencias a las víctimas del atentado.
Investigación
A petición de la Fiscalía, el Servicio de Seguridad del Estado (SSE) se encargará de investigar las circunstancias de la explosión de un mecanismo de relojería, compuesto por algo menos de un kilo de TNT, que ocurrió en un túnel del metro, entre las estaciones de Túlskaia y Nagatínskaia. Siete personas estaban hospitalizadas aún ayer, incluida una niña de cuatro años.A partir de ayer, el Ministerio del Interior incrementó el número de agentes que vigilan el metro vestidos de paisano. La cadena de televisión NTV mostró imágenes de varios carros blindados que penetraban en el Kremlin y afirmó que su llegada se había producido a las cinco de la madrugada de ayer. El del martes no es el primer atentado en el metro de Moscú. El más llamativo fue otra explosión, en enero de 1977, que también costó vidas humanas. Los responsables fueron detenidos, juzgados y fusilados.
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