Gas Natural decidirá la política gasista española al sustituir a Enagas en el control del suministro
La empresa Gas Natural, participada por Repsol y La Caixa, se convertirá en la cabecera española del sector al encargarse directamente de los suministros internacionales de los que depende la gasificación de España y que hasta ahora venía controlando la antigua Empresa Nacional de Gas (Enagas). Éste es el diseño más probable de cuantos han barajado hasta la fecha Gas Natural y el Ministerio de Industria y Energía que dirige Josep Pique.
Con esta decisión, Gas Natural, que hasta ahora ha sido una sociedad puramente distribuidora, pasaría a controlar el suministro y, por tanto, a decidir el precio de entrada del gas natural en España.En fecha próxima, Gas Natural, -que hoy celebra en Barcelona su junta anual de accionistas- tiene intención de quedarse con el 100% de Enagas comprando la participación del 9% de esta empresa que todavía controla el sector público. El grupo gasista tiene previsto anunciar el nuevo diseño del mercado españól del gas el mismo día en que se haga pública la compra de este 9% de Enagas. Aunque la operación está prácticamente decidida, el consejo de Gas Natural no la ha hecho pública de forma oficial precisamente porque ultima los detalles de este escenario, más que probable.
Desde la constitución de Gas Natural en 1991, producto de la fusión entre las antiguas distribuidoras Catalana de Gas, y Gas Madrid, la empresa ha mantenido su objetivo de articular un gran, grupo gasista nacional, controlado accionarialmente por Repsol y La Caixa. De hecho, Gas Natural ya dio el primer gran paso en 1994, con la compra del 91% de Enagas, es decir, cuando la distribuidora adquirió al Estado el control de la empresa suministradora.
La reestructuración tiene el efecto fundamental de convertir a Gas Natural en el operador que decidrá el precio de entrada del gas en todo el país. España, que importa más del 90%, de su consumo gasista, no tiene apenas yacimientos de extracción de esta energía. Los yacimientos de Gaviota (Vizcaya) y Serrablo (Huesca) han sido reconvertidos en almacenamientos subterráneos con capacidad para resistir una interrupción del suministro internacional de tres meses de duración.
Precisamente para racionalizar las compras en el extranjero el grupo gasista abordó la construcción del gasoducto Magreb-Europa, que fue construido por Segane -tiltularidad mayoritaria de la SEPI- y que ha vuelto a manos de Gas Natural. En esta recompra, Gas Natural ha empeñado 88.000 millones de pesetas de los que la mayor parte son reconversión de deuda en capital y sólo 5.000 millones inversión directa en adquisición de acciones de Segane. El presidente de Gas Natural, Pere Duran Farell, manifestó ayer ante un grupo de informadores que la empresa no se siente preocupada ante el decreto anunciado por el Gobieno que supone la liberalización del mercado del gas en España y que posibilitará la entrada de otras empreas distribuidoras en la red española. "Abiertos a la libertad", asestó Duran para proclamar su confianza en el futuro. Gas Natural actúa en la práctica como un monopolio de hecho por lo que el decreto liberalizador no preocupa apenas a los directivos de la empresa, convencidos además de que lo lógico es que cualquier nuevo operador que quiera utilizar las redes ya existentes debería pagar un canon a Gas Natural.
Esta confianza en la consolidación del grupo gasista, gracias a su posición de predominio de hecho en el mercado, se une a la inmediata privatización ya absoluta de la empresa. Al margen de las participaciones de La Caixa y Repsol, que conforman el control de Gas Natural, la empresa está participada en un 3,8% por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), pero el sector público ha declarado su intención de desprenderse de este paquete.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.